Entrevistamos al director Wang Chong en su visita a las Nits de Cinema Oriental

Durante la 20ª edición del Festival Nits de Cinema Oriental hemos podido charlar con Wang Chong, director que ha presentado su ópera prima “Sweet Potato Flavored Ice Cream” (地瓜味的冰激凌 / Helado de boniato / Gelat de moniato) y además se alzó con el “Gat de la sort” (Premio del Público) del festival.

SWEET POTATO FLAVORED ICE CREAM (CHINA, 2021):

Por primera vez Biubiu pasa sus vacaciones en el campo con su abuela y su tío. Allí todo es tan diferente… ¡Incluso le dan de cenar insectos fritos! Pero lo peor es que los chicos del pueblo no juegan con él y Biubiu es más terco que una mula. Estos primeros obstáculos no evitaran que el verano se convierta en un tesoro repleto de descubrimientos, de cabañas en lo alto de los árboles, de enemigos convertidos en amigos, de explorar el bosque, de defender causas imposibles y… de helados de boniato.

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El pasado viernes 21 de julio se proyectó en la 20ª edición del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic “Gelat de Moniato” (地瓜味的冰激凌 / Sweet potato flavored ice cream / Helado de boniato), el primer largometraje del director Wang Chong que además se alzó con el “Gat de la sort” (Premio del Público) del festival. Él y la productora del film Sijie He estuvieron más que presentes en el festival, disfrutando de las actividades como unos nitómanos más. Pudimos ver con ellos la proyección en la cuarta sesión matinal de Les nits més petites. Cuando se anunció el premio al público parecía algo sorprendente que ganara una película de las sesiones “infantiles”. ¿Había pasado antes? Pero es que los que asistimos, independientemente de nuestra altura, salimos encantados de esta feel good movie.

La primera película de Wang Chong esconde muchas sorpresas como incluir también animación en el metraje, detalles con sumo cariño y unos paisajes naturales de un verde exhuberante, donde el bosque y el rio son los espacios comunes de exploración y juego. Biubiu va descubriendo como son sus familiares y la gente del pueblo, al revés también. Aunque al principio destaca una extrañeza natural por el otro, también hay una gran curiosidad, lo que les lleva a divertidas situaciones donde se espían a distancia. Todo nuevo encuentro es una adaptación, protocolo y hasta pasar pruebas para ser aceptado.

Con un buen desarrollo de cada personaje, estos 94 minutos condensan unas semanas de puro disfrute del verano, de fantasía contagiada y hasta de rebelión. Lo que a priori son juegos, que les lleva a más de una gamberrada, son en realidad una forma de relacionarse, de cuidar del bosque, crear un código común que pasa entre generaciones y unirse en la determinación de defenderlo. Es un verano que sabe a helado de boniato pero también a amistad, a bosque y aventuras con todas las armas que estén a su alcance. Es una película luminosa, hecha con cariño y que traspasa fronteras.

Tras las entrevistas dedicadas a Domingo López (coprogramador del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic), Yifang Lee (invitada de honor) y Yasuaki Kurata, tuvimos la suerte de poder entrevistar al director y así conocer algún detalle más de la grabación. No podemos más que agradecer a Wang Chong el tiempo que nos ha dedicado y, como no, dar las gracias a la traductora Charleen Cheng y al coordinador de prensa, Tariq Porter por facilitarla.

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BlogVisual: “Helado de boniato” es su primera película, ¿Cómo fue el proceso para realizarla?

Wang Chong: Ufff costó mucho arrancar. Estuve preparando el guion, basándome en mis veranos personales cuando era pequeño y lo acabé el 2004. Pero tuve que esperar cinco años para poder comenzar el proyecto real, rodarla y el montaje final no fue hasta hace dos años, en 2021.

BV: En su opera prima se ha decantado por rememorar recuerdos y sensaciones de infancia que todos -independientemente de nuestro origen- hemos vivido, como los veranos de visita a familiares. ¿Usa la nostalgia para conectar mejor con los espectadores?

WCh: Cuando hice este guion no pensé mucho que la gente del mundo podía relacionar estos mismos recuerdos y sensaciones, solo quería hacer una alegoría de la infancia. De hecho, esta película ha volado por varios festivales y países, donde he visto que todo el mundo puede identificarse. Hasta entre culturas no cercanas pero que en esta emoción todos somos iguales.

BV: En “Helado de boniato” los claros protagonistas son los niños, dan naturalidad y frescura así como su interesante mirada del mundo. Como sabemos que suelen ser rodajes algo más complejos, ¿Qué tal ha sido su experiencia rodando con ellos?

WCh: Trabajar con los niños es peor pero a la vez estoy contento porque también es divertido. Ellos son muy inocentes, muy frescos y es bastante cómodo trabajar con los niños pero, a parte de que son muy divertidos, hay muchas cosas que no se pueden controlar y tampoco se pueden improvisar. Pero como actores lo tienen peor que los adultos. Para trabajar otra vez con tantos niños necesito descansar un poco. Solo cuando estás descansado y bien mentalmente los niños se sienten mejor.

BV: ¡El entorno de la película es espectacular! Como un paraíso de contraste entre verdes montañas, cielos azules, las nubes, el rio. ¿Nos podría indicar dónde se grabó? ¿Le costó encontrar esas localizaciones o ya tenía claro de antemano los lugares?

WCh: No fue nada difícil encontrar las localizaciones porque es una zona muy conocida. Está en el sur de China, al lado del rio Qiantang de la provincia Guangdong. Espero que podáis venir a visitar China y estos parajes porque son realmente únicos (como aquí en Osona). La gente es muy agradable y hay muchas historias para compartir con vosotros.

BV: El contraste entre el ambiente rural y la ciudad es algo que también vivimos aquí, cada día más. El campo se va vaciando y nos olvidamos de todo lo que se puede aprender en él. En ese contexto y amistades tan diferentes para el niño urbanita taiwanés Biubiu, ¿Qué cree que es lo más importante que descubre y le hace cambiar?

WCh: No pienso que pasar el verano en el campo y las nuevas amistades cambiaran al personaje de Biubiu. Creo que el cambio siempre y todo el rato viene de dentro, no es por algo que vistes sino por cosas que se te remueven ya dentro. No puedo decir que una persona ha visto una cosa concreta en una película y eso le ha hecho cambiar. Pienso que el cambio es interior, una vez que has aceptado cosas y personas de tu alrededor, es cuando intentamos cambiar cada uno.

BV: Recientemente ganó el premio XI International Debut Film Festival “The Spirit of Fire” seleccionado por el jurado de niños y adolescentes. ¿Qué tal fue la experiencia?

WCh: La película Helado de boniato ganó este premio de niños y adolescentes, también ha recibido premios del público adultos en otros lugares. Ganar premios o no en festivales de cine no es lo más importante. Para mi lo más importante es el feedback con el público, es lo principal. Como hoy que hemos podido asistir a la proyección de la película, durante ella he llorado y reído. Cuando ves que el público como el de Vic llora en el mismo punto que tú es un gran honor para mi como director.

BV: Con tan buena acogida no podemos sino esperar que traspase aquí a nuestras pantallas y saber que más viene después. ¿Está preparando un próximo proyecto? ¿Volverá a escribir sobre infancia o le gustaría tratar otros temas en futuras películas?

WCh: Estoy ya puesto en escribir un nuevo guion, de hecho ya lo empecé antes de venir al Festival de Cine Oriental de Vic. Esta próxima película no tratará sobre la infancia sino sobre de la relación padre-hijo. Y no puedo explicar más… ¡Porque está en construcción!

NOTA: Agradecemos la colaboración de Mgda_ Inquieta, con quien hemos realizado mano a mano esta entrevista.

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