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“Nosotros no somos de despedidas lacrimógenas. De serlo, nos avergonzaríamos al reencontrarnos…”

Acostumbrados al consumo continuado de anime, muchas veces pasamos de obra en obra manteniendo ese ciclo de visionados eterno, donde nos encontramos en muchas ocasiones verdaderas sorpresas. Y es que, sin duda, hay algunas que por muy diversos motivos, nos dejan marcados. Por ello, como hace tiempo que no traíamos una reseña de una serie anime, toca ponerle remedio y, al menos dentro de nuestras posibilidades aunque sea como una pequeña introducción, intentar recomendaros en estas líneas que no dejéis pasar la oportunidad de disfrutar de “Frieren: Tras finalizar el viaje” (葬送のフリーレン / Frieren: Beyond Journey’s End). Disponible a través de la plataforma Crunchyroll, la primera temporada de esta bonita serie ha sido dirigida por Keiichirō Saitō (con guión de Tomohiro Suzuki) y el estudio Madhouse, basándose en la obra -todo un éxito en Japón- “Sousou no Frieren (葬送のフリーレン)”, escrita por Kanehito Yamada e ilustrada por Tsukasa Abe, publicada originalmente en la Shuukan Shounen Sunday de Shogakukan y en nuestro país por Norma Editorial. Como en muchas ocasiones ocurre, gracias a los comentarios y recomendaciones de amistades, pusimos el ojo en esta obra y no podemos estar más satisfechos a todos los niveles. Será por edad, por buscar una historia que se salga de los temas habituales o que tenga un tratamiento diferente… pero es que en Frieren hemos encontrado más de lo que veníamos buscando en un inicio, tanto a nivel de historia como a nivel técnico.

Aunque seguro ya conocéis el argumento, nuestra protagonista es Frieren, una maga elfa que durante 10 años emprendió un viaje junto a la compañía formada por el héroe Himmel, el sacerdote Heiter y el enano Eisen, para conseguir acabar con el Rey Demonio. Para ella el tiempo tiene un significado distinto al de los humanos, corre a otro ritmo y, como para todos los de su raza, los años pasan en un suspiro. Pero esto no es así para sus antiguos compañeros de batalla, a los que Frieren verá envejecer y morir. Es entonces cuando Frieren se da cuenta de que pese a que la vida avanza a un ritmo más lento para ella, las experiencias con sus seres queridos se le escapan de las manos. Son algo efímero, que terminará atesorando a modo de recuerdos. Y es ahí donde este viaje de fantasía retoma su camino, tras reunirse con sus amigos 50 años después, pues ahora ella será la líder de un nuevo grupo (junto a la maga Fern -huérfana aprendiz de Heiter- y el joven guerrero Stark -aprendiz de Eisen-) donde además de seguir aprendiendo nuevos hechizos, encontrar nuevos grimorios y acabar con los enemigos, acaparará un conocimiento y una experiencia vital con la que llenar ese vacío que han creado los que ha dejado atrás.

“Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar si seguimos viajando…”

La serie cuenta con un diseño de personajes a cargo de Reiko Nagasawa, repleto de detalles tanto en su composición corporal como en su vestuario, y por su parte contamos con música compuesta por Evan Call. Una preciosa composición que nos sumerge más si cabe en cada momento de la historia (pasando de temas más sosegados y melódicos a otros de mayor ritmo orquestal para los momentos de acción), muy del estilo de su obra, de la que aprovechamos para recomendaros el reportaje fotográfico que nos mostró recientemente nuestro compañero Juan Ramón Hernández. A todo esto debemos sumar una maravillosa ambientación a través de los muy diferentes escenarios que nos presenta este mundo de magia: bosques, ciudades amuralladas, castillos, praderas, pueblos rurales, mazmorras, montañas. Es espectacular, os lo aseguramos. Y hablando de Madhouse, podéis imaginar que tenemos una animación de diez, de muy alto nivel con momentos concretos espectaculares junto a una amplia variedad de personajes carismáticos -tanto principales como secundarios-, que no dejan de ampliar ese rico universo de profundidad latente. De hecho, destacaríamos lo bien que transmiten gracias a su expresividad y por qué no, por las muchas situaciones de humor.

Y, como no, contamos con una historia repleta de nostalgia que se mueve narrativamente en el momento presente pero recurriendo al recurso de los flashbacks para que podamos reflexionar gracias a sus diálogos y ponernos en la piel de la protagonista y entender, dentro de lo posible, su visión del mundo, de las relaciones y de los sentimientos. Ese es el punto fuerte, pues a medida que nos vamos metiendo de lleno en ese mundo, no dejaremos de sacar conclusiones y reflexiones que merecen mucho la pena, relacionadas con temas como la vida y la muerte, la amistad y los vínculos que creamos, los verdaderos valores o la importancia de las cosas. Ahora dejamos en vuestras manos iniciaros en este viaje, un viaje que terminó y vuelve a comenzar, en un ciclo de descubrimiento que os dejará un más que grato recuerdo en vuestra memoria. Como siempre, queremos conocer vuestras impresiones de la obra en los comentarios de esta entrada o en nuestras cuentas de X (Twitter), Instagram, Facebook, Bluesky o Threads.

“La vida que te queda por delante es mucho más larga de lo que podamos imaginar…”

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