Reseñamos «Mon Mon Mon Monsters» (報告老師!怪怪怪怪物! / Guai guai guai guaiwu!), comedia de terror taiwanesa con la que Giddens Ko nos hace replantearnos si los verdaderos monstruos están en la sociedad. Pudimos verla en el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga – Fancine.
«Tener un monstruo es alucinante, no es humano, podemos hacer lo que queramos…«
Lin Shu-wei (Yu-Kai Teng) sufre bullying por parte de algunos de sus compañeros de clase y ha sido castigado junto a los que le acosaban acusado de haber robado dinero de la clase. Los cuatro chicos deben pasar las tardes ayudando a la comunidad y entre sus labores está la de cuidar a personas mayores, aunque realmente lo que pretenden es robarles todo lo que puedan.Una noche, en una de sus incursiones en la casa de uno de estos ancianos que vive hacinado para conseguir llevarse un buen botín -o eso es lo que ellos creen- se topan con un par de monstruos.
Tras huir desesperadamente consiguen zafarse de una de ellas y secuestran a la más pequeña para evitar que puedan dar parte a las autoridades, iniciando así un ciclo sin fin de acoso y tortura con el que dar rienda suelta a sus perversas fantasías, ajenos a las intenciones de la hermana de su víctima, que anda tras su rastro sedienta de sangre…
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«Aquí no hay buenas personas, solo malas. ¿Por qué te fías de la gente?«
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El Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga – Fancine nos ha vuelto a dar la oportunidad de disfrutar de un buen número de obras fantásticas del 14 al 22 de noviembre de 2018. Siendo el leitmotiv de esta 28ª edición “Asia en las venas“ -y dentro de dicha sección- no podíamos dejar de ver en pantalla grande y reseñar algunos de esos títulos llegados desde Asia, como es el caso que hoy nos ocupa. Y es que directa desde Taiwán llegó a las pantallas de Fancine «Mon Mon Mon Monsters» (報告老師!怪怪怪怪物! / Guai guai guai guaiwu!). Si bien Giddens Ko se inició como director en uno de los segmentos de la obra coral «Ai dao di» en 2009, no fue hasta 2011 cuando nos ofreció su primer trabajo en solitario.
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Y ese trabajo no era ni más ni menos que la película «You Are the Apple of My Eye«, una interesante obra sobre la adolescencia en clave de comedia, drama y romance que se alzó con premios como el de Mejor Director revelación (Giddens Ko) y Mejor interprete revelación (Kai Ko) en los Chinese Film Media Award de 2012; el Golden Horse Award para Kai Ko también por su interpretación en los Golden Horse Film Festival de 2011; Premio Best Chinese Language Film from the Two Coasts del Hong Kong Film Award en 2012 y otros recibidos en el Shanghai Film Critics Awards y el To Ten Chinese Films Festival. Sin duda, era de esperar que su nuevo trabajo tuviese también -al menos- tanta repercusión. Y aunque la temática cambie sustancialmente, así ha sido. De momento ya goza de los premios «Audience Award for Feature Film» en el Bucheon International Fantastic Film Festival y Mejores efectos de sonido en el Golden Horse Film Festival, ambos en 2017, así como el premio a Mejor Película en el Horrorant Film Festival ‘Fright Nights’ en 2018.
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«Solo espero que no termines como yo…«
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Y es que «Mon Mon Mon Monsters» (報告老師!怪怪怪怪物! / Guai guai guai guaiwu!), a pesar de ser una comedia de terror, pone de manifiesto la cruda realidad del acoso escolar y propone una reflexión sobre la falta de empatía de las nuevas generaciones y la naturalidad con la que asimilan la violencia. Giddens Ko, descontento con la sociedad, quiso mostrar su odio y hacer una película que de verdad asustase a los taiwaneses, pero fue más allá, puesto que aparte del terror psicológico que pueda transmitir a cada uno su propuesta, también consigue hacernos llegar ese otro terror que como sociedad estamos generando. La crítica hacia el bullying y el acoso que se hace en los propios colegios o institutos está más que clara, donde se segmenta a cada individuo dependiendo de su procedencia, su clase o su estatus y donde tanto los compañeros son cómplices como los propios profesores, que miran hacia otro lado tolerando dicho acoso, que se extiende del propio centro a las redes sociales y las aplicaciones de mensajería.
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La diversión que antaño consistía en compartir espacio y juego con los compañeros ha pasado a un segundo plano. Pero también es una crítica latente la que nos presenta sobre la propia -llamémosle- dejadez de la sociedad con respecto a sus mayores, donde muchos desaparecen o mueren solos en habitáculos o espacios pequeños dentro de edificios saturados. E incluso va más allá con su entorno, plasmando una ciudad con una ambientación lúgubre, sucia, con mucha pobreza y basura, en contraposición a esos chavales que intentan mantener una imagen de alto estatus por pertenecer a un colegio o instituto de mayor prestigio. Una tontería que sabemos que ocurre en muchos otros países. Podemos decir eso de que «el hábito no hace al monje«. Realmente el mensaje que Ko nos hace llegar está bastante claro y es algo así como -seguimos tirando de dichos- que «ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos».
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«Siempre he sido un pringado, pero quiero hacer algo bien al final…«
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En este caso es extrapolable a algo así como que realmente no sabemos quienes son los monstruos de esta cinta, si los propios monstruos o la sociedad. Una sociedad que cada vez parece ser menos humana, con menos empatía, que hace un uso impropio de la tecnología y prefiere sacar un móvil para grabar o hacer fotos ante cualquier incidente donde se precise la ayuda de otras personas. Una sociedad en donde, desgraciadamente, aún necesitas pertenecer a un grupo para sentirte integrado, haciendo que en muchos casos esa adaptación sea también a las malas actitudes. Y ese es el peso esencial de esta historia, el del personaje de Shu-Wei, que en su espiral por sentirse parte de ese grupo sabe que perderá su esencia, su naturaleza, y que una vez cruzada cierta línea -una línea que sus «compañeros» sobrepasaron hace ya mucho tiempo- no habrá vuelta atrás.
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En definitiva, Giddens Ko nos presenta en estos 113 minutos una cinta muy interesante, que a través de la premisa del terror adolescente -un terror negro más bien- hace una brutal crítica a la sociedad y saca a relucir esos monstruos internos que consiguen en muchos casos dominar a los seres humanos. Actuaciones exageradas, un humor que encajan a la perfección como contraste con la temática de fondo y una soberbia dirección hacen de «Mon Mon Mon Monsters» una de esas películas que no os podéis perder. Ojalá alguna distribuidora se anime con este título en nuestro mercado, porque aunque no está mal que lleguen live actions, también es interesante salirse un poco de la norma. Dirigida y escrita por Giddens Ko, la película cuanta con una dirección de fotografía de Chou Yi-hsien y una banda sonora de Chris Hou. Entre su elenco nos encontramos con Yu-Kai Teng, Eugenie Liu, Kent Tsai, James Lai, Meng Tao, Bonnie Lang o Carolyn Chen, entre otros.