Después del movidito tomo anterior, Shizuka vuelve a casa para alegría de toda la familia, mientras Ôtarô se recupera del «percance» sufrido gracias a la inestimable ayuda de Ran. Por otra parte, Jin decide escaparse para ir al instituto a pesar de que continúa en celo, de modo Sango acude a buscarlo en un intento de evitar males mayores. Esto tendrá unas (bastante predecibles) consecuencias que harán que Ran se fugue de casa…

Un tomo muy sexy y con mucho buen rollo que nos da un respiro antes de que llegue lo gordo. Y, al final, unas páginas para saber más sobre Momosakura Ume, maestra del détox y la profesora Tamao. ¡Estupendo para el verano! 😉

Aki Irie nació al sur de Japón, en la prefectura de Kagawa. Es aficionada al montañismo, la conducción y el cultivo de plantas. Debutó como mangaka en el año 2004 con la historia Fuku-chan viaje tras viaje (Fuku-chan tabi mata tabi). Sus obras gozan de gran popularidad gracias su excelente apartado gráfico, más propio de un libro de ilustraciones que de un cómic, y la originalidad de unos personajes que no tardan en fascinar el corazón de los lectores. Ran y el mundo gris es su serie más conocida, siendo publicada ya en varios países de Europa.

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