Grandes compositores del audiovisual: Taro Iwashiro (岩代 太郎)

Nuestros “Grandes compositores del audiovisual” reciben a Taro Iwashiro (岩代 太郎), maestro que con un estilo muy orquestal ha creado música para bandas sonoras de cine, televisión, anime, videojuegos, publicidad y música para concierto con gran reconocimiento tanto por parte del público como de la crítica.

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Taro Iwashiro (岩代 太郎) nació el 1 de mayo de 1965 en Tokio. En 1984 se graduó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Tokio y estudió composición en la Universidad de Tokio de las Artes, en la cual se graduó como mejor estudiante y recibió su título de maestro en 1991. Tras recibir dicha formación académica, Iwashiro ha creado música para bandas sonoras de cine, televisión, anime, videojuegos, publicidad y música para concierto con gran reconocimiento por parte de público y crítica, lo que le ha reportado numerosas nominaciones de la academia japonesa y china (ganador en esta última a mejor música por su magnífico trabajo para “Red Cliff” en 2008 o en la primera, también a mejor música por “Yami no kodomo-tachi”, película japonesa de 2008 igualmente).

Siempre buscando ampliar su capacidad como músico y admirador confeso de maestros como Isao Tomita y Toru Takemitsu, Iwashiro centra mucho su trabajo en la orquestación, a la par que componiendo para muchos proyectos. Su estilo es en general muy orquestal, normalmente apoyándose mucho en una sección de cuerdas muy épicas y estructuras armónicas.

Cuando tenía 15 años decidió que de mayor quería ser compositor. Desde la escuela primaria empezó a gustarle el cine siendo la primera película que vio “The Towering Inferno”. Y así, sin sin darse cuenta, empezaron a gustarle las bandas sonoras. En la escuela secundaria, cuando le llegó el momento de escoger su futura vocación, según sus propias palabras, deseó de todo corazón llegar a ser un compositor de bandas sonoras, y con esta idea en mente dedicó todos sus esfuerzos al estudio de la música.

Los 6 años que pasaron desde que entró en la universidad hasta que acabó la escuela de posgrado se entregó al estudio de la música de forma mucho más profunda y cuidadosa. Dedicándose a realizar su individualidad y creatividad como músico y a investigar cómo abarcar de una forma clara y concisa su visión del futuro de su profesión. Aunque empezó a trabajar como compositor cuando tenía cerca de 25 años, su actividad no fue constante, pasaba dificultades económicas, y en ese momento, cuando aún no conocía muy bien el mundo de afuera, le llegó inesperadamente una recomendación de un estudio de producción de música para hacer música adicional para el drama “Kachô Shima Kôsaku” (1992). Recuerda Iwashiro que como fue su primer trabajo estaba muy nervioso durante la grabación y que pensando en ello ahora fue una ejecución musical bastante vergonzosa, pero cosas como esta ayudaron a promover su carrera y le sirvió de acicate para hacer mejor las cosas para el futuro.


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Cuando empezó su carrera profesional como compositor, es decir, alrededor del año 1990, en la industria audiovisual japonesa el medio que más apogeo tenía eran las series de televisión (dorama). Dicho de otra forma, era el lugar que reunía tanto a las personas de más talento como al dinero. De ahí que, para ampliar sus propias posibilidades, decidió abordar la escena de producción musical para las series televisivas con muchas ganas y gracias a ello no sólo pudo entrar en la industria sino que además consiguió aumentar el reconocimiento de su obra en este mundillo componiendo bandas sonoras tan estupendas como “Hakushen nagashi”, “Aguri, Planet Ozean” o “Midori no Makibao”.

Al empezar el año 2001, cuenta Iwashiro que se reunió con algunas personas responsables de películas de Hollywood en Los Ángeles. Él pensaba que esto proyectaría más su carrera en el mundo de la televisión para un mercado tan potente como el estadounidense. Sin embargo, tuvo que enfrentarse a que la opinión que tenían ellos acerca de la música para la televisión era tan lamentable que llegaban hasta el punto de afirmar que no era música propiamente dicha. Por otro lado, aunque se tratase de películas de bajo presupuesto, siempre que la obra recibiera buenas críticas, como algunas películas japonesas de ensayo, la frecuencia con la que estos cineastas extranjeros veían estas películas fue para él sorprendentemente positiva. Por ello, el año siguiente cambió el grueso de su trabajo desde las series de televisión a la gran pantalla. Gracias a esto su esfuerzo fue recompensado y la cantidad de obras que ha compuesto para películas fue en aumento hasta llegar a más de 60 hasta la fecha.

Este cambio de rumbo y su reconocimiento internacional comenzó en el año 2003 cuando Bong Joon-ho, contó con Iwashiro para componer la banda sonora de una película de culto como es “Memories of Murder”. Con el estreno de la película en occidente recibió muy buenas críticas por su trabajo y entre las personas que alabaron la banda sonora estaba John Woo, quien cuatro años más tarde le confesó esto y le pidió que trabajara con él para su película “Red Cliff”. Fue tal la satisfacción de ambos artistas por su trabajo en conjunto y las grandísimas criticas a película y música que sus caminos se han vuelto a encontrar de manera muy satisfactoria en películas como “The Crossing” y “Manhunt”.

Hablando de “Red Cliff” y “The Crossing”, películas ambas creadas para mostrar en dos partes debido a sus más de cuatro horas de duración, el compositor cuenta que Woo cogió un enfado tremendo con los productores debido al desastroso montaje que hicieron de la primera para estrenarla en occidente, ya que la historia perdía toda su esencia al verse “castrada” de casi dos horas de metraje. Es por eso que para rodar “The Crossing” se aseguró de tener un férreo control sobre el film y así poderlo hacer llegar al público tal y como fue concebido.


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Iwashiro junto a Toshiyuki Watanabe (de su perfil de Ameba)


Otra obra fundamental en su carrera fue su trabajo para el remake de “Unforgiven” la película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood. Dicha película se tituló Yurusarezaru mono y la protagonizó un actor de la talla de Ken Watanabe. Película con un enorme peso emocional que habla también sobre una época muy importante de la historia de su país, así como de su política racial con un pueblo de tanto calado e importancia como es el ainu, Iwashiro dio muchísimo peso e importancia en la composición a instrumentos como el violín, viola y chelo, pues son ideales para llegar al corazón junto a las imágenes.

Entre una carrera tan extensa hasta la fecha, dentro del mundo de los largometrajes, el compositor también ha creado bandas sonoras para live-action muy dispares: “Nicky, la aprendiz de bruja” y “Museum”. La primera una rareza a cargo de Takashi Shimizu, un tipo que la mayoría de su filmografía es de películas de terror, algunas de ellas muy conocidas a nivel internacional. El caso es que director y compositor conectaron enseguida y ambos tuvieron muy claro que instrumentos como un clave, la zampoña o la flauta irlandesa funcionarían muy bien en un entorno tan bucólico como en el que se mueve Nicky, así como para describir a su personaje. Un aire folk que le vino muy bien a la película, la cual desgraciadamente no funcionó bien en taquilla.

En cuanto a “Museum”, dirigida por Keishi Otomo, el cual ya había demostrado el gran director que es con la adaptación a imagen real de “Rurouni Kenshin”, y en “Museum” volvió a dejar de manifiesto su gran labor tras la cámara. A Iwashiro le encantó cómo plasmó en imágenes reales ese Tokio lluvioso y agobiante donde transcurre la historia y en cierto modo le recordó, salvando las distancias, a ese ambiente lluvioso con el que trabajó también en “Memories of Murder”. Es debido a este ambiente que para la película optó por utilizar tanto orquesta como música electrónica, así como el sonido de una trompeta con sordina que le da a la película un aire “noir” que le sienta como un guante.

Cómo no, siendo compositor japonés, Taro Iwashiro ha trabajado asiduamente en el mundo del anime, algo que al principio de su carrera reconoce entre risas que renegaba de ello tras componer la banda sonora de las películas “Dog of Flanders”, “Marco”, “Full Metal Alchemist, Sacred Star of Milos” y la serie de televisión “Suisei no Gargantia”. Afortunadamente el paso de los años le hizo cambiar de opinión y ha creado para este género algunas de su mejores bandas sonoras (contando ya la de “Suisei no Gargantia”) tales como “A.I.C.O. –Incarnation” donde junto a orquesta y electrónica la guitarra eléctrica sería un elemento importantísimo para enriquecer las imágenes e historia; así mismo destacar la música de “The Heroic Legend of Arslan” historia que le permitió según sus palabras componer uno de los temas asociados a un protagonista de los que más orgulloso está. Igualmente, al ser una historia ubicada en Oriente Medio le permitió acercarse a orquestaciones e instrumentos para los que le encanta crear música: crótalos, flauta árabe o kaman. Para el resto de la partitura se centró mucho en sacar la máxima expresión a las secciones de cuerda y metal para que la banda sonora alcanzara la majestuosidad que buscaba asociada al personaje a la par que el gran corazón y vulnerabilidad de Arslan. Incluso Iwashiro se atrevió a entonar un cántico a modo de oración en uno de los temas, así como a cantar en otro de ellos, cual juglar de la edad media. Algo que ha hecho en alguna ocasión en otras composiciones suyas y en esta ocasión le apetecía mucho hacerlo por la simpatía que tenía por el personaje de Gieve.


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Iwashiro durante MOSMA 2018 (BSO Spirit)


Igualmente, no le es ajeno el mundo del videojuego para el que compuso la fabulosa música de “Blade & Soul”, una poderosa y épica banda sonora sinfónica con un tema principal que es de lo mejorcito que ha compuesto en su carrera. También compuso la banda sonora de “Onimusha 2” trabajo del que hay editado un álbum orquestal que es una auténtica joya en sus arreglos, orquestaciones y ejecución de la música bajo la batuta del propio Iwashiro.

Los últimos años no han hecho más que consagra a Iwashiro como uno de los grandes compositores de Japón y fruto de ello el reconocimiento internacional a su obra está siendo cada vez más grande siendo su punto álgido hasta la fecha (a la espera de escuchar su trabajo aplicado a la esperadísima “Kubi” película dirigida y protagonizada por Takeshi Kitano) el fabuloso trabajo que realizó para “Fukushima 50”. Una banda sonora emotiva y elegante a la par que intensa con unos coros y tema principal bellísimos para rendir homenaje a esos héroes que entregaron sus vidas para salvar tantas otras. Este score fue reconocido con infinidad de nominaciones y premios de las más reputadas páginas web especialistas en la materia, así como en distintos reconocimientos en forma de premio en su país.

Inquieto como tantos artistas y creadores Iwashiro también es un asiduo de las salas de conciertos de Japón ofreciendo conciertos de su obra con las más prestigiosas orquestas del país bajo su batuta y su elegante forma de dirigir. Algo que por primera vez fuera de Japón pudieron disfrutar muchos afortunados en la edición de 2018 de MOSMA (Movie Score Málaga) con un emotivo concierto de cuerda dedicado a su obra en el Teatro Echegaray, así como la interpretación de algunas de sus mejores obras interpretadas por orquesta sinfónica en el Teatro Cervantes bajo su batuta.

Para finalizar, no hay que dejar de mencionar la búsqueda que hace cuando se lo permite su tiempo de ofrecer experiencias novedosas al público con la música. El mejor ejemplo de ello es Manga Symphony (2018) una idea que le venía rondando la cabeza desde hacía unos años y, aprovechando que se acercaba el 90 aniversario del nacimiento de Osamu Tezuka, decidió realizar un concierto en el que en su primera parte se interpretaron temas arreglados por él de obras tan icónicas como “Astroboy” y “Jungle Emperor Leo”, siendo en la segunda parte del concierto donde se interpretó música compuesta por Iwashiro meses antes a la realización del evento, mientras veía a Urasawa dibujar personajes de sus obras o viñetas de estas. Este trabajo meticuloso de Urasawa se grabó para posteriormente ser proyectado en el concierto mientras Iwashiro dirigía la orquesta y se interpretaba su obra. Un concierto que el compositor tacha de inolvidable y que le gustaría poder realizarlo en distintos lugares de Europa con el tiempo.

NOTA: Quiero agradecer esta entrada a Juan Ramón Hernández, que continúa ampliando como firma invitada nuestros contenidos relacionados con el mundo de las bandas sonoras.

Esperamos que gracias a estas entradas os animéis a descubrir fantásticas bandas sonoras y a sus respectivos compositores.

https://www.youtube.com/watch?v=g-6XNcanXZE

https://www.youtube.com/watch?v=M7owo3amkgM

https://www.youtube.com/watch?v=JCvP0n40c68


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