Reseñamos “Bajo el Aire” (空気の底 / Kuki no Soko) de Osamu Tezuka. Tomo único que recoge catorce relatos de la etapa oscura o adulta del llamado Dios del Manga, donde sigue plasmando su calidad narrativa y gráfica adentrándose en el lado más oscuro de la mente humana. Edita Planeta Cómic.
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Sinopsis:
El agua del fondo de la pecera siempre está turbia. Sucia y espesa, mezclada con restos de comida e impurezas como heces y orina. Quizás podríamos afirmar que, de modo análogo, en nuestro mundo suceden crímenes y tragedias de todo tipo porque nos encontramos en lo más bajo de las profundidades de la atmósfera. ¿Podríamos decir que existe alguna persona que, a lo largo de su vida, no haya deseado jamás, ni un solo instante, poder disfrutar del solaz del aire puro?
En un futuro distópico la humanidad ha sido dividida en dos clases: los «superiores», que viven en la superficie de la Tierra en ciudades tecnológicamente avanzadas, y los «inferiores», que viven bajo tierra en condiciones de pobreza y opresión. La trama sigue a un joven llamado Luna, un miembro de la clase inferior que sueña con ascender a la superficie y vivir en la libertad que allí se disfruta. Luna se enamora de una joven de la clase superior, lo que lo lleva a desafiar las reglas establecidas y a luchar contra la discriminación y la injusticia…

«Podía vaciar la mente y vivir la vida de lleno allí sentado en medio de la calle. Se dedicaba a mirar pasar a la gente, así es como percibía de cerca las relaciones interpersonales…«
Tanto por la calidad de sus obras como por su atemporalidad hay autores a los que, pasen los años que pasen, parece que en cambio el tiempo no pasa por ellos. Innegablemente uno de esos casos es el del conocido como «Dios del manga«. Como podéis imaginar, estamos hablando del maestro Osamu Tezuka. Nacido en Osaka en 1928, siempre que se habla de uno de los grandes del manga como Tezuka hay que hacer referencia al apodo que se ganó entre sus seguidores y compañeros. Sin lugar a dudas, no le viene grande para nada y es que sus obras y su trabajo establecieron muchas de las bases que hoy en día siguen vigentes. De hecho, Tezuka pudo aprovechar y explorar casi todos los campos que quiso en este medio, ya sea con obras más adultas o más juveniles, experimentando con todos los recursos que la obra gráfica podía presentarle. De ahí que su modo de trabajo -con la calidad notable que nos dejó tanto en argumentos como en sus dibujos- haya sido la influencia para muchos mangakas de hoy en día. Seguro que cualquiera de los que estéis leyendo estas líneas ahora mismo conocéis o habéis oído hablar de títulos como “Astroboy”, “La Princesa Caballero”, “Fénix”, “Buda”, “La canción de Apolo”, “Barbara”, “Oda a Kirihito”, “Dororo”, “MW”, “Ayako”, “Adolf’”, “Black Jack”, “La nueva isla del tesoro”, “Next World”, “Devorar La Tierra” o “Metropolis”, por citar algunos.
Si ya de por sí es fascinante la temática que el autor aborda en la llamada «época adulta» o «época oscura» de Tezuka, no es una mala idea iniciarse en su trabajo con este «Bajo el aire», donde cualquier neófito descubrirá en sus diferentes relatos la gran versatilidad del autor para tratar temas relevantes e interesantes en su época, que a día de hoy aún lo siguen siendo, al mismo tiempo que descubrirán esa espectacular narrativa visual con la que Tezuka es capaz de contar sin necesidad de incluir texto alguno. El conjunto de catorce relatos que conforma este «Bajo el aire» (空気の底 / Kuki no Soko) sorprende por la variedad temática que podemos encontrar entre ellos, además de por un excelente ritmo narrativo. Tezuka nos presenta temas tan diferentes entre sí como el racismo, la codicia, el amor o la guerra, pero siempre historias cargadas de sentimientos, con las que mostrarnos cómo el ser humano es capaz de dar lo mejor de sí y, en muchos casos, también lo peor. Historias que se mueven por diferentes épocas, desde un día a día cualquiera que bien podría ser hoy mismo, al lejano oeste con un western o al futuro con los viajes al espacio, al mismo tiempo que se mueven por diferentes géneros, desde el romance, el drama o la ciencia ficción. Pero Tezuka no dejó de experimentar en esta conocida como etapa oscura o adulta, tratando en estas historias temas como la sexualidad a través de la homosexualidad, el incesto o la zoofilia.

«Nos lo habéis arrebatado todo, absolutamente todo. Nuestras familias, nuestros negocios, nuestras vidas. Pero el tiempo es la única libertad que nos queda…«
Tezuka se adentra en el lado más oscuro de la mente humana desde una perspectiva aparentemente moralizante, en las que el autor contrapone siempre opuestos, la maldad con la bondad, la honestidad con la corrupción, buscando un contraste del que uno podría esperar un mensaje conciliador, incluso humanista si se quiere. Sin embargo, Tezuka se aparta radicalmente de la filosofía de obras como «Astroboy» para radicalizarse en el pesimismo sobre el hombre, en un descreimiento absoluto, decepcionado, sobre lo bueno que pueda salir de él. No hay clemencia ni compasión en el mensaje de Tezuka, ni siquiera se permite el beneficio de la duda: el hombre es un animal para el hombre, un depredador que no entiende las convenciones del bien y del mal, sólo las de la supervivencia y de la competencia. Hay, es cierto, una cierta idea de justicia poética en las historias de este volumen, pero alejada y apenas esbozada, dejada caer más como la esperanza de su existencia que como el convencimiento de su realidad. No se puede negar que tenemos un gran componente crítico. Y eso es lo que, como decía al iniciar esta reseña, hace que sus historias sean atemporales, da igual cuando se lean, siempre tendrán ese componente de actualidad como en el momento en que se publicaron. Y si las tramas de estas historias son llamativas, ni que decir tiene el apartado gráfico. Una vez más Tezuka deja su sello de calidad, de muy alta calidad.
No es nada raro puesto que se suma además de su experiencia en esta época, el hecho de que sigue jugando con las estructuras de sus viñetas. De hecho, en muchos momentos juega con lo experimental, con las luces y sombras y nos ofrece unas estructuras de composición brillantes (desde verticales, jugando con formas poligonales, haciéndonos seguir un patrón…). Unos esquemas que demuestran una gran capacidad creativa, que rompen con lo habitual y que no hacen más que elevar la calidad gráfica de la obra. Cada página y cada viñeta pueden llegar a ser una verdadera obra de arte. Y pese a sus años, gozan de un alto componente cinematográfico por sus encuadres y planos. Su estilo es inconfundible y como decía antes, se dan cita temáticas tan diferentes entre sí que debería ser complicado poder plasmarlo, pero nada, el autor vuelve a fascinarnos con unas viñetas cargadas de expresividad, de esas que consiguen traspasar el papel y sumergirnos en la historia. Por ello, no puedo más que recomendaros la lectura de «Bajo el aire» (空気の底 / Kuki no Soko). Es un manga extenso en cuanto a los relatos pero se lee volando porque aproximadamente cada uno tiene una extensión de unas veinte páginas.
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«Dices que Dios os ha unido, ¿Crees en Dios? Sí, en algún lugar del universo existe un poder inconmensurable…«
Under the air by Osamu Tezuka
© 2024 by Tezuka Productions © 2024 Editorial Planeta, SA ·All rights reserved·
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Planeta Cómic puso a la venta su edición del tomo único «Bajo el aire» (空気の底 / Kuki no Soko) de Osamu Tezuka junto a sus novedades del mes de julio de 2024. El tomo cuenta con un total de 293 páginas en blanco y negro. El formato elegido -como el resto de la colección- vuelve a ser el formato cartoné (tapa dura), de tamaño 15 x 23 cm. y un grosor de aproximadamente 2,2 cm.
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En su momento disfruté de su lectura, con la edición de Dolmen. Recuerdo vagamente los relatos, pero sí que me acuerdo bien de la honda impresión que me provocaron algunos. Una recopilación muy interesante.
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