Hablar de Jung Jae-il (정재일) es hacerlo de uno de los iconos musicales de Corea del Sur en estos momentos, aunque es una figura un tanto misteriosa fuera de su país natal. Cantante, compositor, intérprete y productor musical, hoy pasa a formar parte de nuestros “Grandes compositores del audiovisual”.
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Hablar de Jae-il a día de hoy es hacerlo de uno de los iconos musicales de Corea del Sur en estos momentos aunque es una figura un tanto misteriosa fuera de su país natal. Cantante, compositor, intérprete y productor musical nació el 7 de mayo de 1982 en Seúl. Su música suele estar ligada a todo tipo de proyectos y ha construido una sólida red de creadores y productores cinematográficos de alto nivel, que le proporcionan un flujo de trabajo constante, muchos de estos contactos los hizo durante el tiempo que pasó tocando en bandas.
Jae-il (정재일) se enamoró de la música desde muy pequeño, cuando su madre le introdujo en el mundo del piano. Su talento musical natural era tal que desde muy pequeño se le etiquetó como niño prodigio, ya que empezó a tocar este instrumento a los 3 años y la guitarra a los 10, y era lo suficientemente autodidacta y brillante como para tocar mejor que la mayoría de los profesionales que se cruzaban en su camino.
En sexto de primaria, ya era capaz de hacerse pasar por un estudiante de secundaria y formar una banda con sus compañeros de instituto. A medida que crecía, tocaba más de una docena de instrumentos y era capaz de dominar cualquiera de estos en menos de un mes. Su nombre suele ser en la actualidad el primero que aparece cuando se buscan instrumentistas poco comunes entre los profesionales de la industria de Corea del Sur. A los nueve años, Jae-il se obsesionó con la música rock y se empeñó en que algún día sería guitarrista de una gran banda de género ya que sabe cantar, tocar el piano, el bajo y la batería entre muchos más instrumentos. Cuando cumplió 12 años, su gusto musical se amplió y empezó a tocar la guitarra en una banda de death metal.
Jae-il tenía un talento musical excepcional desde muy joven como ya se ha señalado, pero el divorcio de sus padres dejó a su familia en una mala situación económica, y él se convirtió en el cabeza de familia, viviendo solo con su madre, por lo que empezó pronto su carrera musical, uniéndose a grupos y tocando en sesiones a una edad temprana para ganarse la vida. Hasta entonces, nunca pensó en ser músico. De niño, la música era una cuestión de supervivencia, no un pasatiempo relajante. Cuando estaba en segundo de bachillerato, su madre le animó a entrar en la primera promoción de la Academia de Jazz de Seúl en 1995, donde estudió composición y arreglos. Un día, su profesor, el guitarrista Han Sang-won, formado en Berklee, vio a Jae-il tocando la guitarra en la sala de prácticas y tomó la poco convencional decisión de pedirle que tocara el bajo en la banda que pronto formaría dicho profesor, lo que hizo durante un tiempo. Aparte del año que pasó en esta academia cuando tenía 13 años, Jae-il no tiene formación musical reglada y aun así se convirtió en un músico polifacético que abarca una amplia gama de músicas, desde el folk al funk, pasando por la electrónica, la música para el medio audiovisual, el post-rock, las músicas del mundo y las músicas nacionales.
En 1996, conoció a Won Il, líder y compositor de la banda Puri, y empezó a trabajar en música de cine a la edad de 14. En 1997, participó en las sesiones de la banda sonora de la película Bad Movie, y en 1998, trabajó en las sesiones de teclado y guitarra de la banda sonora de Power of Gangwon Province, de Hong Sang-soo, así como en las sesiones musicales de la película Beautiful Days. También participó en las sesiones de teclado y bajo del segundo álbum de la banda indie Sister’s Barber Shop, Hooildam, publicado ese mismo año.

©LMTH para Tatlerasia
Ha pasado más de la mitad de su vida actuando en directo, ya sea en grupos o en obras de teatro y musicales. Aquí es donde Jae-il parece estar más en su elemento. Su primer gran logro fue formar y tocar el bajo en el grupo surcoreano de funk GIGS, que desempeñó un papel fundamental en su forma de entender la música.
El grupo, como la mayoría, acabó separándose. Cuando eso ocurrió, Jae-il decidió perseguir su ambición de ser un artista independiente y lanzó su primer álbum en solitario en 2003, pero no tuvo la acogida que esperaba. “Acabó siendo un álbum desconocido para todos”, comentaba en una entrevista. “Saqué el disco porque quería ser cantautor, ya que estaba completamente enamorado de la música electrónica de Bjork. A través de esa experiencia, me di cuenta de que es algo realmente difícil de hacer, y eso me llevó a pensar que debía seguir mi carrera profesional como músico con clientes”.
No obstante, aunque fuera un fracaso en cuanto a difusión, este primer álbum en solitario le valió el premio al mejor debutante en los I Premios de Música Popular Coreana. En 2004, fue el productor del álbum Factory Lights, una recopilación de la música del icono de los 70 Kim Min-ki. Tras conocerle, se convirtió en el director musical de su compañía teatral Hakjeon. En 2009, lanzó el álbum The Methodologies y fue elogiado por abrir nuevos caminos en la música de jazz coreana, y en 2010, ganó la categoría de interpretación de jazz crossover en los VII Premios de Música Popular de Corea.
Se alistó en el Ejército el 5 de julio de 2010 y sirvió en la 23ª División antes de ser trasladado al Batallón de Apoyo a las Relaciones Públicas, donde compuso o arregló versiones modernas de canciones militares. Torch of Destruction y Real Man de Project Dynamic Duo y el cantante pop Park Wan también fueron compuestas durante su servicio. Tras dejar el ejército, en 2013, ejerció como director musical del musical Jesucristo Superstar, ganando el Premio al Director Musical en la 7ª edición de The Musical Awards, confirmando su habilidad como músico todoterreno.
Tras volver a la vida civil, Jae-il trabajaba como director musical en Sea Fog (2014), la adaptación cinematográfica de la obra de teatro basada en la historia real de 25 inmigrantes chino-coreanos que fueron introducidos clandestinamente de China a Corea y en 2015, ganó el 12º Premio de Música Popular Coreana al Mejor Álbum de Jazz y por su álbum de gugak crossover, Bari Abandoned, con el profesor de gugak y compañero de Puri Han Seung-seok.
En 2016, coprodujo, coescribió y arregló el séptimo álbum I am A Dreamer de Park Hyo-shin, con quien trabajó en Wildflowers. Aunque el álbum no ganó ningún premio de música popular, fue bien recibido por la crítica musical y fue nominado en la categoría de Álbum Pop en la 14ª edición de los Premios de Música Popular Coreana de 2017. El 12 de abril de 2017, se unió a una nueva agencia, Glove Entertainment. Fue en este mismo año cuando la leyenda del cine de Corea del Sur Bong Joon-ho se puso en contacto con Jae-il para componer la partitura de la película de Okja, y comenzó a ampliar sus horizontes en la industria cinematográfica. Dicha producción forjó una gran amistad entre director y compositor.
Estrenada a través de Netflix, Okja fue, incluso más, un éxito comercial que Sea Fog. Así que cuando Bong terminó con este film y pasó a escribir la sátira social y comedia negra Parasite, le pidió a Jae-il que compusiera la banda sonora una vez más. La película ganó cuatro Oscar, incluido el de mejor película, demostrando que la unión de estos dos genios en los mismos proyectos era una receta para el éxito.
“Yo diría que soy un instrumento musical suyo”, comentaba Jae-il en una entrevista. “Él tiene un conocimiento realmente profundo de la música y también una cierta visión de esta. Yo soy la persona responsable de traducir esa visión en música real”.

©LMTH para Tatlerasia
Para cualquier compositor, el proceso creativo de componer esta música no siempre es fácil y el caso de Parasite fue un largo proceso de idas y venidas. Se rechazaron seis versiones diferentes del main theme para la película, hasta que finalmente Jae-il dio en el blanco en su séptimo intento, tras una buena resaca, se sentó al piano y se puso a tocar sin pensar. Es inevitable que proyectos de esta envergadura y alcance conlleven cierto grado de presión.
“Siempre estoy nervioso cuando trabajo en una nueva película, independientemente del éxito que vaya a tener», comentaba Jae-il. ¿Seré capaz de llevarlo a cabo?”, “¿Seré capaz de satisfacer al creador?”, etc. Muchas de estas preguntas me presionan, pero lo que he oído es que Hans Zimmer experimenta el mismo tipo de estado de ansiedad. A veces piensa si el director debería recurrir a otro compositor o no, y eso me daba renovadas fuerzas.
“Creo que es lo mismo para todos los compositores del medio -independientemente de lo grande o exitosa que sea la película-, que todos se sumergen mucho en pensar en las mejores formas de trabajar con un director para crear algo bello”.
El reconocimiento mundial de Parasite abrió muchas más puertas a Jae-il, y si ya la película de Bong Joon-ho había significado su reconocimiento como compositor a nivel mundial, la consagración definitiva le llegó en 2021 tras componer la banda sonora de Squid Game, el fenómeno mundial bajo el sello de Netflix en la que los sonidos de una mezcla de instrumentos infantiles como la flauta dulce y las castañuelas, acompañados de instrumentos tradicionales coreanos como el daegeum, el janggu y el sogo han quedado en la memoria de todo el público que ha visto la serie y escuchado su tema principal. Jae-il tuvo mucha libertad a la hora de componer la música de Squid Game y demostró nuevamente su gran creatividad optando por este tipo de instrumentos para ir de la mano con la serie de típicos juegos coreanos que aparecen en la serie creada por Hwang Dong-hyuk de los cuales, algunos de ellos se remontan a la Dinastía Joseon.
La gran carrera que se ha labrado no ha quedado aquí para el compositor surcoreano; en el año 2022 el prestigioso director japonés Hirokazu Koreeda le encomienda la composición de la música para su película Broker en la que Jae-il firma una bellísima y comedida partitura con gran protagonismo del piano y la guitarra acústica. Incansable, Jae-il no solo ha estado trabajando estos últimos años en películas o series de televisión, sino que ha puesto su talento al servicio de musicales como Haemu y ha participado en sesiones o como arreglista para veteranos artistas como los cantantes Han Young-ae, Lee Moon-se, Kim Dong-ryul, Lee Transfer y Yoon Sang, y ha colaborado a menudo con otros artistas top en el mundo del K-Pop como Kangta, BoA y Park Hyo-shin al tiempo que ha publicado su propia música y realizado conciertos en directo de sus obras.
Se convirtió en el primer coreano en ganar los premios Hollywood Music in Media Awards (HMMA) de 2021. En la ceremonia de entrega de dichos premios celebrada en línea el 17 de noviembre de dicho año, The Squid Game fue nominada en la categoría de Programa de televisión-Drama del año, junto con las series de Netflix Holston y A Quiet Hope, Rocky y WandaVision de Disney Plus, y The Physical de Apple TV Plus. Siendo triunfadora The Squid Game.
En junio de 2022, se anunció su colaboración con el prestigioso sello británico Decca. El primer paso fue la reedición del álbum de 2021 Psalms y el 24 de febrero de 2023, lanzó su nuevo álbum Listen, en colaboración con Decca. Lo próximo que podremos escuchar de él será la música que ha compuesto en su nueva colaboración con Jong Boon-ho, la película Mickey 17. Protagonizada por Robert Pattinson, Steven Yeun, Naomi Ackie, Toni Collette y cuyo estreno está previsto para el 7 de marzo de este año 2025.
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NOTA: Quiero agradecer esta entrada a Juan Ramón Hernández, que continúa ampliando como firma invitada nuestros contenidos relacionados con el mundo de las bandas sonoras.
Esperamos que gracias a estas entradas os animéis a descubrir fantásticas bandas sonoras y a sus respectivos compositores.
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