Kentaro Haneda (羽田 健太郎) siempre quiso reducir las barreras de entrada a la música clásica y hacerla accesible y fácil de entender para el público general. Su carrera se movió por diferentes ámbitos, dejando en todos un gran legado que le hace formar parte de nuestros “Grandes compositores del audiovisual”.
Nacido en el Barrio de Kita (Tokio) el 12 de enero de 1949, la tuberculosis dejó a Kentaro Haneda huérfano de padre cuando solo tenía un año de edad. A partir de entonces fue criado por su madre y su abuelo. Comenzó a tomar lecciones de piano a la edad de tres años, y a la edad de cuatro, su abuelo le sugirió que se uniera al Coro de Niños y Niñas de Tokio para ayudarle a aprender a trabajar y colaborar con otras personas. En la escuela primaria Kita-ku Oji, fue compañero de clase de la cantante Tomoko Ogawa durante seis años.
Comenzó a estudiar piano con Naoe Tasukuri cuando estaba en segundo grado de la escuela primaria. Siete meses después, comenzó a estudiar con Takana Ando durante tres años, para más adelante continuar su formación con Yoshihisa Shida. Todos ellos profesores de música en la escuela primaria Kita Ward Oji, aunque ninguno de ellos era educador profesional de pleno derecho. Haneda no recibió educación especializada formal hasta el segundo año de secundaria.
Durante una sesión de orientación profesional en su segundo año de secundaria, expresó su deseo de ir a la escuela de música y conoció a Kazuko Ariga (profesora emérita de la Escuela de Música Toho Gakuen), una conocida de Shida. En su primera lección con Ariga, un jovencísimo Haneda tocó la Sinfonía nº 50 de Czerny, pero se vio obligado a volver a la nº 30 y empezar a aprender desde lo básico. Esto fue un verdadero choque cultural para Haneda en ese momento. Para el examen de ingreso al instituto eligió la Novelette de Schumann como pieza libre y aprobó con la penúltima puntuación.
Durante su primer año de secundaria, la madre de Haneda le compró un piano de cola, y renovaron la casa para insonorizarla (Incluso después de hacerse famoso, Haneda continuó atesorando este piano por el resto de su vida). Durante las vacaciones de verano de ese año, practicó duro durante 12 horas al día y sus habilidades mejoraron rápidamente. Esta decisión se debió en gran parte a que el joven Haneda leyó la biografía de un pianista famoso, la cual decía: “comienza a practicar con una mano a la vez lentamente, y cuando puedas hacerlo perfectamente, practica una mano a la vez rápidamente, y cuando puedas hacer eso, entonces practica lentamente con ambas manos, y cuando puedas hacerlo perfectamente, finalmente practica rápidamente con ambas manos”. Sin embargo, poner esto en práctica, evidentemente requiere un largo periodo de práctica. Cosa que no desanimó a Haneda en su perfeccionamiento del uso del instrumento en cuestión.
En 1967, cuando ingresó en la universidad, y con el estímulo de Ariga, se postuló para la 36ª Competición Musical de Japón, pero fue eliminado en la primera ronda de selección. Después de eso, sin decírselo a su universidad, consiguió un trabajo a tiempo parcial tocando el piano en el salón de un hotel, adquiriendo experiencia en la interpretación. Esto resultó ser beneficioso para ganar experiencia en coraje escénico y desempeño en competiciones posteriores.
Durante su cuarto año de universidad, ganó el tercer lugar en la categoría de piano del 39º Concurso de Música de Japón. La pieza ganadora fue el Concierto para piano n.º 4 de Beethoven. Se graduó del departamento de piano de la universidad con la mejor nota de su clase, obtuvo la puntuación más alta en su examen de graduación y fue galardonado con el Premio de Música Toho.
Después de graduarse en el Toho College of Music, cuando su profesor Ariga le preguntó sobre su futura carrera, Haneda expresó su deseo de seguir una carrera en música ligera. A Ariga, que estaba considerando estudiar en la Escuela Juilliard de Estados Unidos, esa respuesta no le gustó nada y le dijo: «Nunca escribas en tu perfil que fuiste mi alumno». Haneda era consciente de que la situación actual para los pianistas clásicos era extremadamente difícil, y también quería recompensar a su madre por todo el duro trabajo que había realizado lo antes posible. Además, la música ligera era popular en la época en que él tocaba el instrumento a tiempo parcial mientras era estudiante, por lo que encontró allí una manera de ganarse la vida muy a pesar de su profesora. Mientras todavía era estudiante, le pidieron que actuara como pianista sustituto en la grabación de la película Love Story, y sus habilidades fueron muy elogiadas. Sin embargo, como todavía era estudiante en ese momento, se abstuvo de ir más allá en aquella aventura y solo comenzó a trabajar oficialmente como músico de estudio después de graduarse de la universidad. Durante esa época estudió piano jazz con otra leyenda de la música en Japón: Yuji Ohno.
Como músico de estudio, era un graduado en piano con formación clásica de una escuela de música, y era muy valorado porque las personas con una técnica avanzada eran escasas. Se quedaba en el estudio desde la mañana hasta la noche, completando una grabación tras otra (y tenía las habilidades para hacerlo). Según su libro, era tan popular que podía ganar el salario mensual de un asalariado de la época en sólo dos días. Según los recuerdos de Haneda, había tanto trabajo por en ese momento que no necesitaba dinero, solo quería que le dieran tiempo libre. Fue una suerte que la carrera de Haneda coincidiera con el apogeo de la grabación en estudio.
De 1978 a 1980, Haneda fue el líder de la banda de acompañamiento de la cantautora Machiko Watanabe y tocó el piano en sus primeros álbumes. Cosa que también hizo en discos de Sawada Kenji, Kosaka Akiko, Nakajima Miyuki y muchos más. No sería exagerado decir que la mayoría de las interpretaciones para piano en LP de populares cantantes de la época fueron grabadas por Haneda durante su época como músico de estudio.
1978 es el año en el que por primera vez se le abrieron las puertas del mundo audiovisual. La oportunidad se la ofrecieron el director Osamu Dezaki y la cadena televisiva Nippon Television para que compusiera la banda sonora del anime La Isla del tesoro (Takarajima) para la que firmó un muy notable trabajo. Fue también este año en el que tomó contacto por primera vez, como intérprete al piano, con una franquicia que significaría mucho en su vida: la saga Yamato. Dicho trabajo fue The World of Hiroshi Miyagawa -Space Battleship Yamato-. Además de Symphony of the Aquarius y la música compuesta y arreglada en la serie, Haneda compuso una sinfonía clásica completa a la edad de 35 años. La Sinfonía Space Battleship Yamato se estrenó en 1984 interpretada por la Orquesta Sinfónica de la NHK en el Gotanda Simple Insurance Hall, y en una entrevista en ese momento, Haneda dijo que se había convertido en «la mejor de todas las obras que he hecho hasta ahora a la edad de 35 años, en otras palabras, la mejor obra que he hecho en la mitad de mi vida», lo que demostraba cuánto sentía por dicha obra. La única sinfonía que Haneda compuso en su vida, al fin y al cabo. Además, el CD en vivo de esta actuación es ahora un artículo raro y muy buscado, y en los últimos años ha sido interpretado nuevamente por la Orquesta Sinfónica de Tokio en 2018.
Takarajima fue un comienzo muy prometedor por parte de Haneda, pero los siguientes años fueron más de aprendizaje y de colaboraciones en distintos álbumes como arreglista e intérprete que ejerciendo de compositor. Eso sí, todas ellas colaboraciones de alto nivel junto a compositores de la talla de Yuji Ohno, Takeo Watanabe, Michiaki Watanabe, Shunsuke Kikuchi o Koichi Sugiyama entre otros.
En 1982 le llega su siguiente gran trabajo: Space Adventure Cobra, banda sonora compuesta junto a Yuji Ohno en la que ritmos trepidantes, orquestales y estupendo jazz se dan la mano para dibujar un score que perdura en la memoria de los aficionados de todo el mundo. Un trabajo que le abrió definitivamente las puertas como compositor en el país.
Junto al anterior, trabajos como Uchuu Senshi Baldios, The Super Dimension Fortress Macross, Bye Bye Jupiter, Kyoudan le dan ya la vitola de ser un compositor muy solvente en la industria. Su gran sentido melódico y su gran facilidad para escribir y arreglar temas musicales llama la atención de Isao Takahata, gran melómano y aficionado a la música, el cual le recomienda a su compañero de fatigas, Hayao Miyazaki que lo contrate para componer la música de los episodios que iba a dirigir del anime Meitantei Holmes (Sherlock Hound). Como resultado de esta petición saldría una de las partituras mas recordadas de Haneda, rica en ritmos y estilos, desde el sonido de las películas policiacas de la época con bajos y trompetas muy protagonistas, pasando por temas orquestales y jazzísticos que le dan mucha vida a la historia y animación de dicha serie, la cual contó con veinte episodios más aparte de los dirigidos por Miyazaki.
Igualmente compuso bandas sonoras para dramas de televisión como Seibu Keisatsu Part-II, Wataru Seken wa Oni Bakari o Seishun Kazoku. Además de películas como Sengoku Jieitai, Sayônara, Jûpetâ, Nutcracker Fantasy y también compuso la música para Rose Target por la que ganó el Premio de la Academia de Japón a la Excelencia Musical en 1980.
A partir de cumplir los 40 años, comenzó a aparecer con más frecuencia en programas de variedades musicales como Piano de Pops wo de Hattori Katsuhisa. Su primer programa regular fue Ongaku wa Koibito (La música es amante). Así mismo trabajó como presentador, pianista y arreglista en la cadena nacional NHK. También apareció con frecuencia en el concierto de música pop de dicha cadena Kohaku Uta Gassen proporcionando acompañamiento de piano a Hiromi Iwasaki, Ryuichi Kawamura, entre otros.
Además de interpretaciones puramente pianísticas, también comenzó a realizar trabajos que incorporaban su talento para la conversación. Apareció como comentarista en Omoikkiri TV (Nippon TV), y también formó parte de las producciones teatrales de Ernie Pyle y Moonlit Club (interpretando el papel de un pianista, tocando el piano en el escenario). Fue durante esta época que Haneda empezó a aparecer cada vez más en televisión compaginándolo trabajando en radio en el programa Nippon Steel Hour: Forest of Music (FM Tokio).
En diciembre de 1998, una combinación de consumo crónico de alcohol y una agenda saturada hicieron que su salud se deteriorara pues bebía alcohol repetidamente durante el día, desde la mañana hasta la noche, y en la mañana del 3 de diciembre de 1998, su hija mayor notó que estaba pálido, por lo que fue al hospital a hospitalizarlo. Al día siguiente, se desplomó en su habitación del hospital y estuvo inconsciente durante nueve días. Cayó en coma hepático debido a una hepatitis fulminante, pasó nueve días en la UCI y de alguna manera logró sobrevivir sometiéndose a hemodiálisis dos veces. Estaba previsto que interpretara Rhapsody in Blue en el Concierto de Nochevieja de Tokio ese año, pero tuvo que retirarse repentinamente debido a esta enfermedad (Maeda Norio tomó su lugar). Tras tres meses de tratamiento hospitalario, fue dado de alta. A partir de ese momento abandonó por completo el alcohol.
En 2001, se convirtió en el presentador de Untitled Concert 21 (TV Asahi). Su forma de comunicar con mucho conocimiento, mezclada con humor y fácil de entender para los espectadores, le convirtió en un rostro muy querido en la televisión de los domingos por la mañana. El lema de Haneda era reducir las barreras de entrada a la música clásica y hacerla accesible y fácil de entender para el público general. Además de presentar el programa, también actuaba frecuentemente en el mismo como pianista, puesto que ocupó durante unos seis años, hasta mayo de 2007. Desde su recuperación, sus actividades interpretativas fueron un retorno a sus raíces en la música clásica, ofreciendo de forma independiente conciertos puramente clásicos. Participó activamente en tríos para piano y conciertos para dicho instrumento. En 2004 y 2005 actuó con la Orquesta Filarmónica de Moscú bajo la dirección del director ruso Yuri Simonov, como solista en el Concierto para piano n.º 2 de Rachmaninoff y en la Rapsodia en azul de Gershwin.
En octubre de 2005, en el concierto que marcaba su 35 aniversario como músico, celebrado en el Suntory Hall, tuvo que ser hospitalizado de nuevo justo antes de dicho concierto debido a problemas hepáticos. Aún así, llevó un piano electrónico a su habitación del hospital y practicó repetidamente (tocando y dirigiendo el Concierto para piano en fa de Gershwin), y el día del concierto superó una fiebre alta y lo interpretó con éxito, abriendo también nuevos caminos profesionales como director. En el drama Suna no Utsuwa (TBS), protagonizado por Nakai Masahiro es Haneda quien toca el piano en las escenas en las que Nakai interpreta el papel de pianista, y la pieza que es el núcleo del drama, Piano Concerto: Fate, también es interpretada por el compositor.
En abril de 2007 fue hospitalizado nuevamente debido al empeoramiento de su salud suspendiendo todas sus actividades. Murió de carcinoma hepatocelular a las 23:53 del 2 de junio de 2007 en un hospital de Shinjuku, Tokio a los 58 años. Después de su muerte, se transmitió un programa en memoria de Haneda durante dos semanas en el programa de televisión Untitled Music 21, y recibió el Premio al Logro Especial en los 49º Japan Record Awards del mismo año. En septiembre de 2017, se celebró el concierto Macross 35th Anniversary x Haneda Kentaro 10th Memorial Super Dimension Orchestra en el Tokyo International Forum Hall A. Ese mismo año, Pony Canyon lanzó el álbum conmemorativo Haneda Kentaro 10th Memorial.
En agosto de 2018, la Orquesta Sinfónica de Tokio interpretó Symphony Space Battleship Yamato bajo la dirección de Naoto Otomo en la Sala Sinfónica Musashino Kawasaki. Además, Nippon Columbia lanzó un álbum en CD de la grabación en vivo de ese concierto, titulado Space Battleship Yamato Symphony, en enero de 2019 (que alcanzó el número uno en la categoría sinfónica del ranking de CD de Amazon).
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NOTA: Agradecemos esta entrada a Juan Ramón Hernández, que continúa ampliando como firma invitada nuestros contenidos relacionados con el mundo de las bandas sonoras.
Esperamos que gracias a estas entradas os animéis a descubrir fantásticas bandas sonoras y a sus respectivos compositores.
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