Reseñamos «La sonrisa del vampiro» (Warau Kyuketsuki / 笑う吸血鬼 y Haraiso: Warau kyuketsuki 2 / ハライソ 笑う吸血鬼2) de Suehiro Maruo, una impactante obra de un autor que jamás deja indiferente. Gracias a Panini Comics recuperamos esta obra maestra en un único tomo integral.
Hace mucho, mucho tiempo, hubo un día en el que el mundo parecía haber llegado a su fin. ¡La gente no sabía qué hacer! Lo que había costado ingentes cantidades de tiempo e inversiones para ser construido fue reducido a escombros en un único día. Y entre los escombros se encontraban incontables víctimas, que murieron abrasadas por el fuego. Destrozadas y reventadas por la violencia de los acontecimientos. Ese día, algo surgió del más allá víctima del terror y la inquietud, víctima de una apariencia que no la acompañaba y fruto de los comentarios lejanos.
Un espíritu errante al que denominaremos como La Jorobada, que necesitaba saciar su sed de sangre para poder seguir viviendo en una vida eterna que no era como podía haber esperado. Ese don le facilitaba mantener una estirpe elegida con sumo cuidado a través de días y días de seguimiento. Ahora, Kônosuke Môri será el primero de sus nuevos miembros, unos jóvenes que van a tener que vivir esta experiencia, nuevas sensaciones. Unos adolescentes convertidos en vampiros sedientos de sangre y sexo…
«¡Al revivir y salir de las entrañas de la tierra sentí una sed implacable! ¡Y el olor de la sangre me atrajo irremediablemente!… ¿Acaso quería que me mataran para conseguir la paz y la tranquilidad? Sin embargo, ni siquiera después de muerta pude descansar. Quizá es que la paz de la muerte está reservada a la gente normal…«
No puedo empezar esta nueva reseña sin agradecer a Panini el haber rescatado una obra tan espectacular como «La sonrisa del vampiro». En España hemos llegado a tener editadas un buen número de obras de Suehiro Maruo (丸尾 末広), pero con el paso de los años muchas quedaron descatalogadas o cerraron las editoriales que las publicaban. Actualmente parece que volvemos a ver un pequeño tirón al respecto, pero ojalá en no mucho tiempo podamos disfrutar de otros títulos del catálogo que teníamos como «DDT», «Dr. Inugami», «El monstruo de color de rosa», «Gichi Gichi Kid», «La oruga», «Lunatic Lover’s», «Midori, la niña de las camelias» o «New National Kid». Puedo llegar a entender -comercialmente hablando- que en muchas ocasiones las editoriales no apuesten por traer obras de este estilo por su contenido o por, quizás, pensar que al no ser un nombre tan «reconocido» (para los más jóvenes quiero pensar) en nuestro mercado no vaya a tener tirón, pero sin duda -y si no simplemente hay que mirar el ejemplo de los tomos de Shintaro Kago que se venden como roscas- creo necesario enriquecer el mercado con obras de autores más clásicos -permitidme la licencia-, más antiguas probablemente, con mangakas como Suehiro Maruo o Kazuo Umezz que son sinónimo de calidad y de los que posteriormente han bebido bestsellers como Junji Ito, Takato Yamamoto, Shintaro Kago o Shuzo Oshimi. Sería, sin lugar a dudas, un fantástico homenaje y un gran modo de reivindicación en nuestro país ante la obra del maestro nacido en 1956 en Nagasaki (Japón).
«La sonrisa del vampiro» es una obra sencillamente espectacular en todos los sentidos. Es una de esas obras que debéis leer y ante todo, disfrutar. De esas obras que tendríamos que tener todos en nuestras colecciones. Al igual que los propios vampiros que deambulan por la obra, ésta te absorbe de tal modo que no puedes dejar de leer, pese a que estemos hablando de una obra integral de casi 520 páginas (por un lado Warau Kyuketsuki / 笑う吸血鬼 y por otro su continuación, Haraiso: Warau kyuketsuki 2 / ハライソ 笑う吸血鬼2). Hay que remarcar, antes de entrar en detalles -sin spoilers, tranquilos- que ésta no es una obra para todos los paladares, es más, pese a estar recomendada para «Lectores adultos» por su contenido, soy consciente de que no todo el mundo va a poder/saber disfrutarla. Estoy refiriéndome a que durante el relato, vamos a encontrar contenidos de un alto componente sangriento y de un vocabulario a veces no muy formal. Es como si viésemos una película de Hirokazu Koreeda al más puro estilo del Ichi the killer de Takashi Miike. Nos chocaría mucho, ¿no?. Pues por eso hay que abordar este título con otra mirada. Como digo, para algunos no será muy agradable el encontrarse con diferentes mutilaciones o agresiones de tipo sexual, por poneros unos ejemplos. O simplemente, con el hecho de ver como unas chicas jóvenes, de instituto o secundaria, se dedican a especular sobre los precios que podrían tener si vendiesen su ropa intima o incluso por llegar más allá. Justamente esos elementos son los que dan forma también al relato y lo hacen ser como es: duro, directo, violento.
En este sentido, es impresionante como Maruo ha sabido desarrollar y realizar una ambientación tan conseguida, sumergiéndonos en un ambiente poco alegre, más bien lúgubre, funesto, triste, sombrío, tétrico o siniestro. Son calificativos que vienen a la perfección en un relato oscuro, donde la muerte está muy presente. Una muerte que se nos presenta en diferentes medidas bifurcada, pues cada uno de los tomos que conforman este relato tienen como mínimo tres subtramas derivadas de sus propios personajes. Para el desarrollo de la trama son fundamentales estas subtramas, pues nos ayudan más si cabe a conocer y comprender la psique de los protagonistas, sus inquietudes, sus necesidades (afectivas, sentimentales,…). Pese a que en su mayoría son jóvenes que aún tienen mucho por vivir y experimentar, parecen querer llevarlo todo al extremo y cuanto antes, mejor. Cada uno tiene sus objetivos más o menos claros, pero se nos presentan como unos personajes extraños dentro de sus grupos, aislados por ser o pensar diferente. Unos chicos enigmáticos y complicados muy probablemente por tener esas carencias que antes mencionaba y por las que se han formado unas personalidades un tanto diferentes o les han llevado a tener algún tipo de trastorno. Unos chicos que quieren vivir pese a haber pasado al otro lado, pese a haber muerto para seguir viviendo en unas condiciones distintas, donde sienten que son ellos quienes tienen el poder, donde la necesidad y la llamada de la sangre les da ese «chispazo», ese punto que parece ser el motor de sus nuevas vidas (Maruo nos lo presenta como una sensación indescriptible, un éxtasis, una luz y una sensación como si una flor se abriese dentro de sus cabezas).
«¿Estaré muerta? No, todavía no. pero pronto voy a morir. No, todavía estoy a tiempo de llevarte a otra dimensión. ¿¡Otra dimensión!? Somos humanos, pero a la vez no lo somos. Disfruta de esto. Nos hemos hecho con la juventud eterna…«
A nivel narrativo, la obra tiene un ritmo fantástico, como decía al principio te absorbe de tal manera que no puedes dejar de leer para saber como avanza la trama y como se desarrollan los hechos. Inclusive quiero destacar el hecho de que en muchos momentos el lenguaje no verbal cobra un gran protagonismo, nos ayuda del mismo modo a proseguir el relato sin la necesidad de tener diálogos de por medio, más allá de algunas onomatopeyas o expresiones. Destacable igualmente el componente onírico que se desprende durante toda la obra, en contraposición a lo que realmente ocurre, todo parece hacerlo -al menos, en muchos momentos-, como si estuviésemos en un cuento de hadas… vale, un cuento de hadas con duendes asesinos o algo así, pero en serio, es brillante el modo en el que se nos puede presentar una viñeta donde mientras un vampiro bebe la sangre del cuello de alguien a quien acaba de matar, el entorno que lo rodea es de una enorme belleza. Os dejo aquí un ejemplo por si queréis ver a lo que me refiero (tranquilos que no desvela nada de la trama ni de ningún protagonista). De hecho, es ese choque entre lo mostrado y cómo se muestra, entre lo violento o sexualmente explícito y la belleza de esa representación lo que despierta el interés en este obra y la hace diferente. Es necesario aquí mencionar algo interesante, ya que «La sonrisa del vampiro» bebe directamente de la influencia del Grand Guignol francés, por el hieratismo de sus personajes: rigidez, inmovilidad y falta de expresividad en el aspecto exterior, en los movimientos, en los gestos. Por acercarnos más a los elementos que caracterizan este tipo de obras, repasamos esta interesante información (dejo el enlace de la fuente al final de la reseña):
*En 1897, Oscar Metenier fundó el denominado Teatro del Grand Guignol, en la Rue Chapetal de París, convirtiendo un antiguo convento del siglo XVIII en el macabro teatro en el que, siguiendo de manera retorcida y extrema el naturalismo de Emil Zola y doctrinas como Teatro Libre, de André Antoine, se representaban hasta ocho cortas escenas llenas de visceralidad, violencia y sadismo extremo, buscando, en palabras de su creador “sacudir los corazones”, los corazones de quienes allí acudían: nobles, caballeros adinerados, damas de desahogada posición social, que cada noche se congregaban allí, como en cualquier otro ritual, buscando emociones que les separasen de su vida cotidiana, entendiendo las escenas enfermizas que en muchas ocasiones en aquel teatro tenían lugar como la única forma de llegar hasta ellas y sintiéndose realizados si la nausea y el vómito tenían lugar. Las violaciones, mutilaciones, asesinatos, prostitución, enfermedad,ritos satánicos, sexualidad descarnada, cualquier forma imaginable de degradación moral en definitiva se daban cita en un teatro hiperrealista, enfermizo y hemoglobínico que, sin embargo, no alcanzaría sus más altas cotas hasta 1898, momento en el que el teatro Grand Guignol pasó a manos de Max Maurey, quien redujo a cuatro o cinco los actos representados al tiempo que incrementaba el nivel de efectismo y de morbosidad en estas representaciones, mientras los espectadores aguantaban el impacto de lo que veían para poder saciar su morbidez, su ansía de emociones extraordinarias, quizás como una catarsis, quizás como forma de dar rienda suelta a sus más oscuras fantasías…
En este sentido, Maruo -como representante del ero-guro– no dudó a la hora de utilizar escenas de alto contenido sexual para dar rienda suelta a esas inquietudes de los jóvenes, quizás como crítica también a esos temas tabú, pues de hecho utilizó en toda su obra un estilo al que se conoce como «muzan-e«, una variante del «ukiyo-e» pero en el más grotesco y explicitamente gráfico sentido de la palabra. Lo que ocurre es que, como todo en la vida, puede tener un doble punto de vista, pues pese a ese contenido -que aún siendo recurrente como recurso no está en todas las páginas-, es impresionante el estilo que tiene este dibujo, el efecto que causa en el lector a través de una preciosa composición de viñetas, dando dinamismo y ritmo a esos movimientos de los personajes, con unas ilustraciones y unos fondos muy elaborados y detallados, especialmente destacando la importancia de las sombras y los juegos de capas donde transmitir la sensación de realidad o ficción, de ese mundo onírico al que antes me refería. Seguirán pasando los años y seguirá causando el mismo efecto, no me cabe la menor duda. Como siempre, no puedo más que recomendaros la lectura de esta obra, esperando haberos llamado la atención sobre ella y destacando los elementos que, a mi parecer, la hacen diferente. Espero conocer vuestras impresiones sobre la obra en los comentarios de esta entrada o en nuestras cuentas de Facebook y Twitter.
«¿Cómo te encuentras? La amargura y la alegría se alternan por ciclos. A mí me pasa lo mismo. ¿Es verdad que nunca nos haremos mayores? ¡Así es! Siempre seremos adolescentes. Puede que fuera lo que más deseabas…«
Lo mejor:
- Un dibujo que engancha por su belleza y su crudeza.
- Ambientación muy lograda e inmersiva.
- Historia muy interesante, con personajes muy diversos y variopintos.
- Edición de gran tamaño, ideal para poder disfrutar más aún de la experiencia.
Lo peor:
- No todos los estómagos podrán digerir del mismo modo una obra de estas características, por sus contenidos y tratamiento. Quizás deberían probar un poco para ver si el menú completo les convencería.
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Panini Comics recupera, después del cierre de EDT -que fueron los últimos en publicarlo-, este fantástico manga, «La sonrisa del vampiro» (笑う吸血鬼 + ハライソ 笑う吸血鬼2) de Suehiro Maruo. Publicado originalmente por Akita Publishing Co., esta edición salió a la venta en mayo de este año. Este tomo único (que como he comentado, contiene los dos volúmenes que forman esta historia) cuenta con un total de 520 páginas en blanco y negro. Tanto la portada del primer como del segundo tomo aparecen a todo color, además de contar con las primeras páginas de cada parte con un coloreado que les da un toque muy especial. El formato elegido vuelve a ser el formato cartoné con sobrecubierta (tapa dura) de tamaño 26 x 17 cm. y un grosor de aproximadamente 3,6 cm. Sin dudas, un pedazo de edición donde vamos a disfrutar más si cabe con las viñetas y las ilustraciones. La cubierta es bastante rígida -dura- y cuenta con unas ilustraciones en tonalidades rojas/amarillas que quedan genial. La sobrecubierta por su parte ha sido realizada en unos 200 gramos, con un acabado brillo, con un diseño llamativo (es la ilustración de inicio de uno de los capítulos) en tonalidad que va degradando del morado al rojo. Mencionar que en la contraportada se indica claramente el mensaje de «Solo para lectores adultos». Una edición muy recomendada.
Este manga mantiene el sentido de lectura oriental, de derecha a izquierda, y los faldones delantero y trasero no contienen información alguna, más allá del nombre de la obra y el autor. En la traducción contamos con Marc Bernabé de Daruma Serveis Lingüístics. Como siempre, un fantástico trabajo en la adaptación.
Por su parte, este tomo está dividido en 18 capítulos + 1 extra: «La sonrisa del vampiro» se divide en cinco capítulos: 1- El nacimiento del vampiro, 2- La melancolía del vampiro, 3- Flores y mariposas, 4- La araña humana y 5- Todo irá bien en el cielo; «Paraíso» por su parte cuenta con 13 capítulos: 1- Moritat, 2- Garganta roja, 3- Garganta roja II, 4- ¡Grita!, la sangre te ama, 5- Neurótica, 6- Neurótica II, 7- Pestañas, 8- El tipo de oscuridad (tenebrismo), 9- Metamorfosis, 10- Metamorfosis II, 11- Damned (malditos), 12- Damned (malditos II) y 13- La sangre no es eterna. Como capítulo extra, al final del libro nos encontramos con «Las lagrimas del vampiro», un capítulo publicado originalmente en la revista Young Champion -Extra del 5/7 de 2001-.
El precio de venta recomendado es de 22,00 € y podéis comprarlo o bien desde su web , en tiendas habituales, librerías especializadas o en Amazon, donde cuenta con un 5% de descuento.
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Enlaces: Panini Comics España, *Información del Grand Guignol.
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