Milky Way Ediciones vuelve a deleitarnos con un fantástico manga surgido de la mente de Otsuichi y dibujado con brillantez por Masaru Miyokawa. ‘Mi amigo Capricornio’ (山羊座の友人), una obra a la altura de otras joyas de su catálogo que nos ofrece una historia con un guión desgarrador.
Yûya Matsuda es un joven que, como el resto de su clase, intenta pasar desapercibido o no destacar para no convertirse en el foco de atención de aquellos que creen estar por encima del resto. Gracias a un perro perdido y a una serie de eventos surgidos en su terraza, consigue entablar una relación cordial con su compañera de clase, Nozomi Honjô. Una noche se topa con su compañero de curso Naoto Wakatsuki, que acaba de cometer un asesinato.
Wakatsuki, agobiado por el horrible acoso escolar al que es sometido, acaba matando a Kaneshiro, su maltratador. El sentimiento de culpabilidad que atenaza a Yûya, que hasta ahora no había hecho nada para evitar ese acoso a pesar de haber sido testigo a menudo, le insta a tomar la decisión de huir con él. Una impactante verdad espera a los dos jóvenes al término de su huida. ¿Se cumplirá el predestinado desenlace…?
«Lo único que podíamos hacer nosotros era contener la respiración y bajar la cabeza para seguir viviendo, de modo que no acabáramos convertidos en la siguiente víctima de ese monstruo…«
No es la primera vez que nos encontramos dentro del catálogo de Milky Way Ediciones un manga con el que podemos pensar por su dibujo que su contenido o su historia será algo sencillo. No es la primera vez que contrariamente a lo que se puede pensar, nos encontramos con una historia dura, muy dura, que va acompañada de un magnífico nivel gráfico. Sin lugar a dudas, con ‘Mi amigo Capricornio’ (山羊座の友人) de Otsuichi y Masaru Miyokawa la editorial vuelve a superar las expectativas puestas en ellos y nos ofrecen una historia que, a título personal, creo que debería de ser más reconocida y difundida por los medios que hacemos este tipo de reseñas. No ya por el hecho de dar promoción a un título, sino porque gracias a títulos como este se puede acceder de algún modo a chavales de este target de edad para que puedan concienciarse de este mal que azota muchos colegios de nuestro país. Y es son muchos los chicos y chicas que a día de hoy, desgraciadamente, sufren ese acoso físico o psicológico de forma continuada por parte de alguno o algunos de sus compañeros. En mi caso, llego a sentirme ligeramente identificado con lo que nos narra esta historia porque cuando era más joven, al cambiar de colegio, tuve que capotear como pude con algunos compañeros así, de esos que se divertían haciéndote cualquier tipo de putada por tal de sentirse mejor dentro de un pequeño grupo. A la larga lo ves con otros ojos, pero sin olvidar que el daño hecho, hecho está.
En fin, que el conocido como bullying es una lacra a erradicar de nuestra sociedad y ojalá no tenga que pasar mucho más tiempo para que, de una vez por todas, se acabe con él, por el bien de todos. Lógicamente un manga no va a cambiar esto, pero seguro que puede ayudar en algo. Son edades difíciles en muchos aspectos, pero aunque haya quien no quiera enterarse, la educación empieza en la casa de cada uno y se complementa con la que se recibe a diario en los centros (ya sean colegios, institutos o cualquier otro tipo de centro educativo). ‘Mi amigo Capricornio’ no se anda por las ramas y desde el principio, se nos muestra clara y abiertamente lo que nos vamos a encontrar en sus páginas. Una historia dura, muy cruda, y a la misma vez muy real, que podría estar pasando en cualquier colegio en estos momentos. Es más, se nos presentan varias noticias relacionadas que no hacen más que estremecernos y hacernos pensar lo cruel que puede ser el ser humano en determinados momentos de su vida -quiero pensar que por edad e inmadurez, sin llegar a saber con exactitud el daño que pueden llegar a hacer-. El guión es una auténtica maravilla y juega con la introducción de un elemento mágico (que en cierto punto me ha recordado de pasada a ‘orange’ de Ichigo Takano) para hacernos llegar la historia de un modo más suave y poder hilar después toda la trama.
Un guión que no necesita hacer hincapié en los hechos y motivaciones de ese bullying, pero que tampoco se esconde en cuanto a descripción de situaciones para poder situarnos en el contexto en que se da. Un contexto que, evidentemente, no debería de existir como «escusa» o simplemente como motivación «causa-efecto» para que se tenga que dar ese acoso. De hecho esta obra, que fue publicada en la Shônen Jump + de Shueisha, cuenta con un guión que en algún momento no me ha sorprendido por su resolución, pero que en cambio hace uso de algunos giros argumentales que te dejan descolocado -sorprendido, para bien quiero decir- y que por mucho que quisieras no te ibas a esperar o ver venir. Sus personajes me han parecido muy creíbles, tanto en su forma de proceder y reaccionar ante los hechos, como por el propio desarrollo de la historia y los sentimientos mostrados durante la misma. Especialmente la simbología del chivo de Azazel y como no, relacionada con respecto al signo zodiacal de Wakatsuki, que es Capricornio. No soy muy creyente en cuanto a estas cosas, la verdad, pero según dicen, los de este signo son persistentes hasta que sea necesario para conseguir su objetivo, exigentes consigo mismo y con los demás…y curiosamente, no se encuentran entre los signos del zodiaco más felices. Más bien son melancólicos y pesimistas. Quizás no todo esto se cumple con nuestro protagonista -por aquello de que no está bien generalizar-, pero si que en ciertos aspectos esto se ve reflejado en su personaje.
«No es casualidad ni mala suerte, fuimos nosotros quienes optamos por la «elección» de sacrificarlo a él para poder vivir seguros…«
Aparte de ese elemento de corte mágico, ficción, que encontramos en la historia, también se ha introducido como elemento para sugerir o guiarnos, la leyenda del chivo de Azazel. Se dice que Azazel era un ángel caído, así como el demonio del desierto. Relacionado con una antigua costumbre judía, había una ceremonia en la que una vez al año un sacerdote elegía dos chivos para ofrendar: uno a Dios y el otro a Azazel. El primero era sacrificado para expiar los pecados con su sangre, mientras que el segundo era soltado en el desierto después de que el sacerdote confesara sobre él todas las maldades, rebeliones y pecados de los israelitas, haciéndolo cargar con todas esas culpas a sus espaldas, para que así la gente quedase libre de toda culpa y así pudiesen soportar mejor el peso de sus pecados. Un interesante modo de hacernos ver que, como en estos casos de acoso, pensamos más en nosotros que en los demás y muchas veces pensamos que es mejor mirar hacía otro lado, puesto que no nos afecta directamente, que hacer frente a estas situaciones. Interesante igualmente el modo en que Yuyâ hace frente a sus pensamientos y decide tomar las decisiones que toma durante la trama. Actitudes que nos hacen pensar que todavía queda una pequeña esperanza y que no todo el mundo es igual.
El dibujo de Miyokawa consigue expresar muchísimo con pocos trazos, más de lo que podemos ver a simple vista en las viñetas. Sin lugar a dudas, las facciones y las caras son de gran importancia en este relato, pues consiguen aportar al conjunto una gran expresividad, mucha fuerza. Una serie de gestos, sus expresiones, sus miradas o simplemente, los silencios, que no hacen más que realzar lo que estamos leyendo. Ya sabéis que muchas veces se dice mucho con muy poco, eso a lo que llamamos «lenguaje no verbal«. Gestos que nos hacen cómplices de los sentimientos que los protagonistas pueden estar viviendo y que nos hacen comprender que cada persona es un mundo, literalmente. Un mundo en el que se comparten muchas cosas (emociones, sentimientos, dudas, sueños,…) pero que también es diferente en cada uno de nosotros. Algo que no es necesariamente «malo», al contrario, todos somos diferentes y pese a ello, conseguimos compartir y tener muchísimas cosas afines.
Y aunque una vez más me quedo con la sensación de que me dejo cosas por mencionar, como tampoco quiero entrar en detalles de la trama solo puedo decir que en definitiva, no dudéis en darle una oportunidad a ‘Mi amigo Capricornio’. Un shônen que nos invita a reflexionar y nos expone de un modo directo ante el problema del bullying. Algo que, como se nos transmite en el manga, se puede evitar si entre todos participamos y no toleramos este tipo de situaciones que conducen a otras mucho peores. En resumidas cuentas, un manga que vale la pena, de esos que no vais a poder dejar hasta que terminéis de leer. No puedo más que agradecer a Milky Way que sigan apostando por mangas de calidad en su catálogo, como vienen haciendo hasta el momento, apostando por autores menos conocidos pero que tienen mucho que contar….y que lo saben contar de un modo magistral. Una pequeña gran obra que de otra manera lo tendrían muy difícil para llegar a nuestro mercado. Y si con todo esto no es suficiente, siempre podéis leer un adelanto en la web de Milky Way de manera totalmente gratuita. Como siempre, esperamos conocer vuestras impresiones sobre la obra en los comentarios de esta entrada o en nuestras cuentas de Facebook o Twitter.
«Siempre igual. Tengo la sensación de que, siempre que vaya a salir, me ocurrirá algo malo. Y eso será así, siempre, mientras viva…«
Lo mejor:
- Una historia potente, muy dura, pero muy bien llevada y desarrollada. Se agradecen historias así en nuestro mercado. Necesarias para concienciar ante un problema real y desgraciadamente, presente.
- El argumento va «in crescendo» a la par que los personajes, incluidos algunos giros inesperados y otros predecibles.
- El precioso dibujo, muy detallado, trazo marcado y con buenas expresiones.
Lo peor:
- No saber apreciar el mensaje que transmite esta obra.
Milky Way Ediciones nos presenta ‘Mi amigo Capricornio‘ (山羊座の友人) de Otsuichi y Masaru Miyokawa. Una fantástica obra que nos llega en un tomo único que repasamos a continuación. Este tomo cuenta con un total de 224 páginas en blanco y negro (con dos de ellas a color, tanto la primera con una preciosa ilustración que podéis ver más abajo en la galería, como el índice que comparte tonalidad con la cubierta). El formato elegido vuelve a ser el formato rústico con sobrecubierta (tapa blanca), de tamaño 13 x 18 cm (B6, algo mayor a lo habitual) y un grosor de aproximadamente 1,5 cm. La cubierta está realizada en un material de unos 300 gramos en blanco, donde predomina la tonalidad dorada del texto impreso en ella y de la ilustración del chivo de Azazel. Un acabado muy bonito que destaca sobre la superficie de cubierta con efecto brillo al darle la luz. La sobrecubierta es de unos 200 gramos, con un acabado semi-brillo y que, como podéis ver también, es una chulada y una ilustración preciosa.
Se mantiene el sentido de lectura de derecha a izquierda y los faldones han sido destinados en su parte delantera a incluir la url de la web de Milky Way, mientras que en la trasera encontramos una frase que hace referencia a la obra. Para la traducción contamos una vez más con Marc Bernabé de Daruma Serveis Lingüistics y como no podía ser de otro modo, una vez más tengo que decir que más que agradecido por el excelente trabajo realizado (Marc, por si me lees, a ver si alguna vez haces algo mal -destacable- para poder añadirlo aquí, que parece que vaya a comisión o algo ^^).
Por su parte, este tomo está dividido en 7 capítulos sin títulos individuales, más allá del típico orden creciente de Capítulo 1 a Capítulo 7. El precio de venta recomendado es de 8,00 € y como siempre, si lo compráis desde su web (con envío gratis a través de Correos) os llevaréis de regalo un marcapáginas.
Enlaces de interés: Milky Way Ediciones
interesante manga por trama y todo lo que la rodea pero que me bajo el interes cuando al hojearlo vi un dibujo muy simplon.Lo de simplon lo digo pq la trama para ser muy seria me espera un dibujo con rostros y expresiones mas serios y no de manga juvenil que parece que cuenta historias de amor en un colegio.
Eso es lo que me falla y por eso no me animo a comprarlo.
Me gustaMe gusta
Pingback: Lanzamientos de Milky Way Ediciones en Febrero de 2017 | Blog Visual
Pingback: Sorteo 10 Aniversario (XI): Atom y Arago de Milky Way Ediciones | Blog Visual
Pingback: Cherry (チェリー) de Eisaku Kubonouchi. Retrato de una “fuga por amor”. | Blog Visual
Pingback: The Mark of Watzel de Tomo Taketomi. Luchando contra la enfermedad. | Blog Visual
Pingback: Kuro (黒), el fascinantemente inquietante y encantador relato de Somato | Blog Visual
Pingback: Sorteo 11 Aniversario (XXI): Tragones, inmortales y estrellas de Milky Way Ed. | Blog Visual
Pingback: Sorteo 12 Aniversario (III): lote manga de Milky Way Ediciones | BlogVisual
Pingback: Silent Blue (サイレントブルー) de Icori Ando. La memoria de los recuerdos. | BlogVisual
Pingback: Monotone Blue (モノトーン・ブルー) de Nagabe. Aceptar y valorar la diferencia. | BlogVisual
Pingback: Los artistas no pisan las flores (アルティストは花を踏まない) de Marco Kohinata | BlogVisual