«Ella y yo no teníamos nada en común. Éramos compañeros de clase, nada más. A mí no me interesaban los demás y, seguramente, tampoco nadie se interesaba por mí«

Llevo un tiempo posponiendo la lectura de este manga, porque con la llegada de la película (adaptación anime) por parte de Selecta Visión, no quise aventurarme a ver nada hasta no haber leído la adaptación al manga. Aunque también hay live-action dirigido por Sho Tsukikawa, a falta de la novela original, creí pertinente hacerlo así, para poder comparar después si fuese necesario. El caso es que soy de leer todo tipo de mangas, ya sabéis que siempre digo que me es un tanto indiferente la demografía si la historia en sí consigue llegarme. Y este es uno de esos casos, de esas obras que te tocan el kokoro, que te dejan un sabor agridulce pero que sabes que has disfrutado de ella, que has conseguido meterte en su historia, congeniar con sus personajes, identificarte en muchos momentos. Y es que «Quiero comerme tu páncreas» (君の膵臓をたべたい), la adaptación al manga de la novela homónima -auténtico best seller en su país de origen- con guion de Yoru Sumino y dibujo de Idumi Kirihara, pese a esa primera impresión que puede causarle a cualquiera al leer su título, es una obra que esconde detrás multitud de sentimientos, que te golpea y consigue hacerte llegar sus emociones, su dolor, su pasión, su felicidad, su tristeza… He de reconocer que he tardado en leerlo (desde que salió a la venta), pero la espera ha merecido la pena.

Una historia sencilla, pero en ello radica su excelencia. Al igual que en multitud de títulos de cine asiático, el ritmo sosegado, pausado, es el que a veces nos apetece seguir. No son necesarios grandes cambios, ni muy rápidos, es mejor deleitarse poco a poco, con escenas cotidianas, costumbristas, en este seinen que a modo de slice of life combina a la perfección drama, romance, pinceladas de humor y vida escolar. Publicado originalmente en la Gekkan Action de Futabasha, se editó en dos tomos que nos llegan de manos de ECC Ediciones en un tomo único. A ver, partimos de la base de que nos encontramos con una historia «predecible» en el sentido de que sabemos por donde van a ir los tiros desde las primeras páginas. Con esto lo que vengo a decir es que no quiero entrar demasiado en desvelar la trama, porque obviamente con la sinopsis ya os podéis hacer a la idea, más allá de pensar en que estamos ante una obra de canibalismo o antropofagia. Si que es verdad que el título pese a sonar raro, es muy pero que muy acertado, y es que se basa en la creencia que se tenía en la antigüedad de que si enfermabas de un órgano, podías curarte comiéndote el mismo órgano de un animal. Una anécdota que repito, me parece todo un acierto como título y como parte del desarrollo de una historia.

«A los que vivís con normalidad no os importa mucho la vida o la muerte. He aprendido a vivir siendo consciente de que cada día estoy viva«

«Te equivocas. No fue casualidad. Nosotros estamos aquí porque así lo elegimos. Tampoco se debe al destino. Tú y yo nos conocimos por propia voluntad«

Lo mejor:

• La historia, aunque agridulce, emociona.
• Mensaje positivo ante una situación negativa como es una enfermedad terminal.
• Buena evolución de personajes y moraleja.
• El dibujo no está nada mal.

Lo peor:

• No darle una oportunidad por el título, que puede llevar a engaño a quien no se aventure a leer su sinopsis.

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ECC Ediciones puso a la venta «Quiero comerme tu páncreas» (君の膵臓をたべたい) de Yoru Sumino e Idumi Kirihara en septiembre de 2018. Este tomo único cuenta con un total de 440 páginas en blanco y negro (las ocho primeras a todo color). El formato elegido para es el rústico con sobrecubierta (tapa blanda) de tamaño 12,8 x 18 cm. (B6) y un grosor de aproximadamente 2,7 cm.