Reseñamos «Pink» (ピンク) de Kyoko Okazaki. Este tomo único es rompedor en todos los sentidos, representando a una mujer que aspira a ser libre, tratando temas tabú y criticando abiertamente otros aspectos cuestionables de la sociedad. Por fin llega la Revolución Rosa, de manos de Ponent Mon.
Yumiko es una joven de 22 años que lleva unos años independizada. Su madre falleció y su padre ha creado una nueva familia, pero ella no aguanta a su madrastra. En cambio la relación que mantiene con su hermana Keiko es bastante buena. Yumiko ejerce la prostitución porque su trabajo diario como oficinista no le da lo suficiente como para alimentar a su mascota, un cocodrilo. Si, un cocodrilo, habéis leído bien.
Un día Yumi conoce a un joven llamado Haruo que ayudará a cambiar su vida por completo. Un canto a la felicidad, el amor y el dinero. Adulto, trágico, irreverente. El futuro… mejor preocuparnos por el ahora y vivir la vida, aunque tenga sus momentos malos. Y mejor si es con una pincelada de color rosa.
«Me encantan las cosas de color rosa. Me transmiten una sensación de felicidad…«
No es de extrañar que estemos acostumbrados a la calidad de los títulos que desde Ponent Mon nos ofrecen en su catálogo manga. Calidad que se ve claramente tanto en sus historias como en sus ediciones. Cuando hace unos meses nos anunciaron la llegada de este tomo único (con una buena campaña en redes sociales bajo el eslogan de «Llega la Revolución Rosa») muchos nos alegramos porque, aunque sea a un nivel bajo, parece que se está apostando por el manga «clásico», por autores y por obras que se publicaron en la década de los 70-80. Sin lugar a dudas, son historias en muchos casos que fueron un revulsivo, un viento de aire fresco en el mundo editorial y que, más vale tarde que nunca, siempre es una buena noticia que sean editados en nuestro país. Como a cualquiera de los que estáis leyendo estas líneas ahora, me gustan los manga actuales, pero no por ello hay que desmerecer o rechazar obras simplemente por tener más o menos años, o como siempre suelo decir, por ser de un género u otro. Las historias son las que deben llegarnos, las que deben hacernos valorar un manga por aquello que nos transmiten.
Y la verdad, he de decir que con «Pink» he descubierto, aparte de a una fantástica autora como Kyoko Okazaki (que además hace su «debut» en España con esta edición de Ponent Mon -y ojalá no sea la última, por favor-), un manga maravilloso que tras una máscara del humor y de diálogos divertidos oculta la otra cara de la moneda, la realidad de la vida y el drama, pues como sabemos, toda rosa tiene sus espinas. Sin duda estamos ante un manga que marcó un estilo, una época. Por su temática, por sus personajes, por su desarrollo. Aunque nos haya llegado ahora, hay que tener en cuenta que «Pink» (ピンク), el josei que hoy reseñamos, data del año 1989 ni más ni menos -en plena época de bonanza económiva-. Publicado por NEW Punch Zaurus (Magazine House), si hoy en día puede sorprender y resultar «curiosa» su historia, no me quiero pensar lo que supuso a nivel argumental y editorial en aquella época. Y es que Kyoko Okazaki (Japón, 1963) es una de las autoras de manga para mujeres más relevantes de nuestro tiempo. Su obra es un constante reflejo de una sociedad cínica y sin valores que proyecta sus inseguridades en las mujeres. Okazaki, a través de un estilo rompedor, urbanita y descarado, representa a la mujer contemporánea que aspira a ser libre, cambiando el «prototipo» de mujer dedicada al hogar, al cuidado de los hijos y como no, a ser una buena esposa. Un choque claro con respecto al estereotipo que se tenía.
Y sí, pese a que el dibujo tiene su particular toque -ahora después hablaré de él-, lo que cuenta en Pink es su historia. Temas sociales como el amor y el sexo, los sueños de futuro, las relaciones familiares… todo con gran importancia en el reflejo de la mujer, a través de tres personajes y tres etapas bien diferenciadas entre los personajes: una primera etapa de niña (con la hermanastra de la protagonista, Keiko), una siguiente de joven (que se lleva el protagonismo con Yumiko) y una etapa de adulta (con la «malvada» madrastra). Cada una, a su manera, nos aporta un reflejo distinto. La primera, pese a su edad es totalmente independiente, sabe cuidarse por sí misma y aunque tenga algunos caprichos propios de la edad, llega a convertirse hasta en una editora tan dura que cualquier escritor o dibujante no desearía en su día a día. La segunda vive independizada desde hace algún tiempo y como tal goza de total libertad en sus decisiones. De hecho, trabaja como secretaría pero como con su sueldo no le llega, se prostituye para ganar dinero extra y comprar lo que quiera. Tiene una buena casa, no le faltan los caprichos y no se corta cuando quiere conseguir algo nuevo. Tiene de hecho hasta una mascota un tanto diferente a los demás: un cocodrilo. La tercera quiere conseguir todo lo que las otras tienen o ansían, aunque para ella sea algo más difícil y tenga que tomar decisiones un tanto discutibles.
«Aquella chica peculiar, a la que supuestamente no había por dónde cogerla, me atrajo al instante. En aquel momento supe que había alterado sin pretenderlo el delicado equilibrio de aquel extraño ecosistema…«
Lo que guardan en común todas ellas es -aparte de tener unas personalidades arrolladoras– algo tan humano (seas hombre o mujer) como la búsqueda de libertad, la felicidad y el deseo. Un deseo que del mismo modo se enfoca en diferentes ámbitos, pues puede ser el deseo de llegar a ser (ese interés y duda que nos pasa a todos acerca de nuestro futuro), un deseo de poder o de estatus, o incluso pasa por un deseo sexual o simplemente, el deseo consumista. Todo ello conlleva una crítica implícita hacía esa necesidad de sentirnos realizados con cosas banales en muchas ocasiones, de conseguir algo, ya sea prostituyéndose por dinero (tanto en el ámbito sexual como laboral, dicho sea de paso) que luego emplearemos en cosas que quizá no necesitemos. En el caso del consumismo es una crítica clara al capitalismo y en el caso del deseo sexual, más allá de poner en primera plana el tema de la prostitución -pues cada persona es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo y la autora toca este tema sin prejuicios ni como una utopía– lo traslada más a hacer hincapié en esa doble moral del llamado enjo kosai (literalmente «asistencia-compañía»-), una práctica habitual donde hombres (o en menor medida mujeres, como vemos en la obra) recurren a contratar/pagar a jóvenes o adolescentes por su compañía o por servicios sexuales.
Como es notable en el desarrollo de la trama, no es algo que a la protagonista le parezca mal, considera que gracias a su cuerpo puede permitirse ciertos privilegios que de otro modo no podría. La crítica va más enfocada en eso, en tratar temas que eran considerados como tabú y esa «necesidad» (que quizás no lo sea tanto) que tenemos de obtener cosas que no necesitamos, pagando por ellas, cuando para conseguir el objetivo final -que no es otro que la felicidad, la autorealización– a veces no es necesario, se consigue por otras vías. No todo lo compra el dinero. ¿Se puede hablar de sexo y tratar escenas propias de cualquier vida en pareja? Por supuesto, sin necesidad de recurrir a exageraciones o llevarlo a otros terrenos, simplemente tratándolo y mostrándolo como algo normal. Y no pasa nada por ello, no hay que llevarse las manos a la cabeza. El amor tiene sus altibajos, es un tira y afloja constante que también nos aporta esa felicidad buscada. Como consumismo, de hecho, tenemos un símbolo bastante claro durante toda la obra: nuestro querido cocodridlo. Un elemento que encaja genial en el argumento, que aporta ese toque mágico y que como el propio bicho, consume, engulle y no deja de comer, pese a que en su interior su deseo no sea otro que el de volver a su hábitat. Al final todo se trata de ver que toda moneda tiene dos caras y en la vida no hay que andarse con rodeos. Y eso es lo que hace Okazaki, narrar la realidad sin tener que disimular ni camuflar nada, con pelos y señales -aún sirviéndose del humor y el desenfado como vehículo-.
Hablando del dibujo, he de reconocer que al principio por la temática de la obra me chocaba ese toque de trazos algo «sencillos», cómico incluso, pero después de leerla -y a medida que me sumergía en ella- creo que es todo un acierto como contraste. El choque visual necesario para ese toque irreverente y hacer más amena la realidad de la historia, que nos deja unos detalles y una gran expresividad en todo momento. Una historia que nos demuestra que la vida puede tener color de rosa (dentro de ello con múltiples connotaciones, pues en Japón por ejemplo se utiliza para definir las películas eróticas, las «Pinku-eiga»), pero que a pesar de esa apariencia exterior que podemos tener, por dentro también puede existir un lado menos amable, más duro, más real. Donde los problemas reales, las inseguridades y los miedos están presentes. Y es que como decía al iniciar la reseña, toda rosa tiene sus espinas. En definitiva, «Pink» es uno de esos manga que hace falta leer, que rompe con todo y que nos muestra a través de un dinámico «slice of life» a la mujer como es, dura a la par que sensible, luchadora y trabajadora, llena de deseos sin dejar de ser libre. Seguro que me quedan cosas en el tintero, así que como siempre, espero conocer vuestras impresiones sobre la obra en los comentarios de esta entrada o en nuestras cuentas de Facebook o Twitter.
«Así es como una se debe de sentir cuando espera la llegada de la felicidad suprema. Pero me temo que tendré que esperar un poquito más…«
Lo mejor:
- Argumento rompedor en todos los sentidos, una crítica fantástica a la doble moral y a los tabús.
- Hacen falta más joseis así en nuestras bibliotecas. Queremos más Kyoko Okazaki.
- La apariencia exterior (diseño y humor) choca a la perfección con el drama interior.
- Personajes que se hacen muy cercanos. Reflejo de la mujer contemporánea (y eso que data de los años 80).
- Quiero un cocodrilo en mi vida.
Lo peor:
- No tener ya este tomo en vuestras vidas. En serio, merece mucho la pena en todos los sentidos. No dejéis pasar la oportunidad.
Ponent Mon nos presentó entre sus lanzamientos de Abril de 2018 una fantástica edición de «Pink» (ピンク) de Kyoko Okazaki en formato rústica (con solapas, tapa blanda) y con unas medidas de 17 x 24 cm. Un tamaño más que bueno para disfrutar más de las ilustraciones que encontraremos en el interior. Cabe recordar que es la primera vez que se edita una obra de esta autora en nuestro país, por lo que este tomo tiene aún mayor importancia si cabe. Este tomo único contiene un total de 256 páginas presentadas en blanco y negro, con un grosor de aproximadamente 2,3 cm.
A pesar de no tener una sobrecubierta, la tapa con solapas protege bastante bien el tomo -aunque no sea tapa dura, si ya tenéis otras ediciones con solapa de Ponent sabéis a lo que me refiero-. La traducción ha sido realizada por Víctor Illera Kanaya (habitual de la editorial gracias al cuál hemos disfrutado también de otras obras como ‘El pájaro azul‘, ‘Tomoji‘, ‘En este rincón del mundo‘ o ‘Un zoo en invierno‘). De nuevo el trabajo de Víctor es excelente y nos deja una adaptación a la altura, donde no hemos observado ningún fallo. El sentido de lectura es Occidental, de izquierda a derecha. Por su parte, el tomo ha sido dividido en veinte capítulos, aunque no contiene un índice propiamente dicho, sino que entre uno y otro nos encontraremos con una especie de «portadilla» con unas ilustraciones fantásticas. De todos modos, los recopilamos aquí como siempre:
- 01- «Emoción y suspense»
- 02- «Mi hermanita llega de noche»
- 03- «La ambición del joven escritor»
- 04- «Comer desnudos»
- 05- «La melancolía del novelista»
- 06- «Happy seed?»
- 07- «Acoso»
- 08- «La mujer despreocupada se pinta las uñas»
- 09- «Inundación en el apartamento tropical»
- 10- «Siempre es divertido jugar a mamás»
- 11- «El sueño de Sazae-san»
- 12- «El inútil, el espejo y la manzana»
- 13- «La reina trabaja»
- 14- «Reflexiones del lado animal del ser humano»
- 15- «Un corte limpio con las tijeras»
- 16- «Bloody lovers»
- 17- «Un banquete»
- 18- «Ya basta»
- 19- «Amor y violencia»
- 20- «Con las maletas llenas»
Os recomiendo que no os perdáis el Epílogo que Okazaki nos deja para terminar el tomo. Es fantástico. El precio recomendado de «Pink» es de 20,00€ y podéis adquirirlo en la web de Ponent Mon (con envío gratuito en la Península, por mensajería, al ser igual o superior a 15€ la compra) o en tiendas especializadas como Amazon.es (donde se puede encontrar con un 5% de descuento). Y si os apetece leer algunas páginas para terminar de convenceros de su adquisición, podéis hacerlo desde aquí gracias a Ponent Mon. Sin duda alguna, merece muchísimo la pena.
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Enlaces: Ponent Mon
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Dios,queme enamorada con Helter Skelter. Era hermoso su manga.
Mi necesidad por encontrar algún PDF o algo esta al 100. Tu reseña a estado buenisisma, gracias por subirla-
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donde puedo descargarlo?
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Hola! Sentimos no poder ayudarte, pero desde este espacio no fomentamos las descargas.
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